• Los Libros de Texto en la Mira de la Derecha
• La Pugna ha Trascendido en lo Ideológico
• Acciones Extremas, Fuera de Toda Lógica

Francisco Javier Hernández

Está clarísimo que la confrontación entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la derecha y ultraderecha por los libros de textos gratuitos y que ha escalado no sólo a la parte ideológica sino además política y hasta empresarial es parte de toda una trama que seguramente tiene muchos actores por detrás y que poco o casi nada le interesa la educación de las niñas y niños que está por entrar a un nuevo ciclo escolar.

Y es que es tanta la vesania que se utiliza para desacreditar los mencionados textos que incluso hace ver que ni siquiera los que impugna su utilización en el salón de clases conocen su contenido, pero si le han dado un sesgo ideológico, que han tenido algunos resultados lamentables.

Pero vayamos al caso más claro de esta arremetida en contra de los libros de textos gratuitos al reemitirnos a lo que dijo recientemente el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez quien desde el púlpito aseguró que estos materiales educativos son “marxistas”.

Así y luego de invitar a los feligreses a la protesta que se realizó la semana anterior en esa ciudad capital, dijo qué si “en un momento nos impusieron esos libros, yo les pediría mucho a los padres de familia tener mucho cuidado y estar muy atentos para reforzar la educación en sus casas, para revisar con sus niños sus tareas”.

Sin embargo, en su misma perorata el citado obispo reconoció que en efecto no conocía los textos que integraban dichos libros, pero aseguró que él como muchos religiosos habían recibido un escrito por parte de sus autoridades (eclesiales, obviamente) para alertar a los padres de familia e invitar a la serie de movilizaciones que se han realizado en algunas ciudades del país y que tiene programado para este fin de semana a nivel nacional.

Y que tales mensajes han sido una y otra vez repetidos en los distintos recintos religiosos a lo largo y ancho del país y con ello, los mismos sacerdotes incurren en una serie de mentiras que, en efecto, estarían en contra de lo que deberían de postular.

Pero aquí lo sobresaliente es que no solo la Iglesia está metida en este asunto, sino también organizaciones como la Unión Nacional de Padres de Familia –que nos recuerda a la Unión Nacional Sinarquista que estuvo metida en la rebelión cristera de hace poco menos de 100 años—sino también partidos como Acción Nacional y que decir de algunos grupos empresariales.

También a estos grupos de derecha se han sumado integrantes del extinto Instituto Nacional de Evaluación como Eduardo Backhoff, sectores vinculados a Atlas Networ y prominentes empresarios como Ricardo Salinas Pliego, del Grupo Salinas, según indica Mauro Jarquín, politólogo y experto en temas educativos de la UNAM.

Este investigador señala que a esta avalancha de críticas se agregan organizaciones civiles, que llegaron a ser muy influyentes, pero fueron desplazados de la Secretaría de Educación Pública y que están trabajando en algunos estados como Sinaloa y Jalisco y que buscan posicionarse en el derechista grupo denominado Mexicanos Primero, donde se encuentran muchos de los “notables” opositores al gobierno de AMLO.

El asunto que no es menor es que ahora se han sumado a este bloque opositor contra los libros de textos gratuitos no solo la parte partidista, como Acción Nacional, sino distintas organizaciones y hasta líderes empresariales, cuyos fines no necesariamente son loables.

Una prueba de que estos grupos de presión están por demás desatados provocando hechos como la quema de libros en una comunidad de Chiapas, es que además están cuidando sus intereses y el caso más concreto se encuentra Salinas Pliego quien se niega a pagar sus impuestos por más de 25 mil millones de pesos y seguramente cree que con esta presión –y la tardanza de un juez—va a doblegar al gobierno obradorista que aún con algunas asegunes, le sigue respondiendo a la población y al país…

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