• Reforma al Poder Judicial y las Elecciones

• A Quién le Conviene Confundir al Ciudadano

• Manejo Perverso que se Difunde en Medios

Por Francisco Javier Hernández

En momentos en que se agotan los tiempos para dar por terminada la amplía y profunda discusión sobre la necesaria Reforma al Poder Judicial y las otras leyes que se tienen contempladas dentro del paquete que envío Andrés Manuel al Congreso de la Unión para su discusión y probable aprobación, surgen amenazas furtivas pretendiendo confundir un asunto con otro de mayor calado.

Y es que si hablamos de tiempo ya van más de tres meses en que tantos ministros, jueces, abogados, especialistas en la materia e incluso políticos y politólogos se han encontrado a la mesa dándole una y mil interpretaciones a las Reformas mencionadas.

Es más, desde todos los rincones del país se ha llevado la información sobre el contenido de las multicitadas reformas, a grado tal que en discusiones abiertas y cerradas se ha tratado de explicar puntualmente en que consiste, pero sobre todo porque son tan necesarias para un país que durante décadas ha padecido la falta de una verdadera justicia rápida y expedita.

Sin embargo, en donde mayormente se ha dado la discusión de esta reforma es quizá en los mal llamados medios de comunicación, en donde los conductores de radio y televisión se ha puesto el chaleco de la defensa del Poder Judicial y le han apostado a que las leyes queden como están.

Así y lamentablemente nos podemos dirigir a comunicadores como Carmen Aristegui quien al parecer cambio a los buenos analistas con los que contaba y que tanto prestigio le ganó, que ahora tiene a algunos con no tan recta reputación, como el ministro en retiro Guillermo Cossio –quien al parecer cobra por jubilación unos 400 mil pesos mensuales—y qué en lugar de realizar un análisis serio, se van por las ramas dejando al oyente con más dudas que certezas.

Pero lo más grave del asunto es que en la discusión sobre este tema en particular no han faltado voces interesadas pretendiendo inmiscuir este asunto con la calificación de la elección presidencial del pasado 2 de junio, cuando ambos casos deberían ser ir por separados por su contenido y alcance.

Esto ya le da un tono más dramático y perverso a los asuntos que tienen que ver con el interés general de la nación y es que en el proceso comicial se vio reflejada la voluntad popular que no sólo decidió darle el respaldo al jefe del Ejecutivo, sino que le dio el aval para que culmine la tarea que se propuso y ésta llegue a buen puerto.

Y es que para nadie es un secreto que las elecciones de junio pasado fue más que un referéndum para Andrés Manuel, pues desde antes de iniciarse las campañas habló del plan C que incluía no solo ganar los comicios, sino tener una mayoría para poder avanzar en las reformas que requiere el país, pues todavía tenemos graves atrasos si de lo que se trata es de impartir justicia.

A la par de esta necesidad se requiere cambiar toda una estructura judicial que no está en el carril de lo correcto, pues ahora podemos ver con más claridad hechos tan graves como el que se deje en libertad a verdaderos delincuentes que no se han medido al cometer sus fechorías.

Incluso se tiene la experiencia contada por alcaldes de municipios importantes que están con el alma en vilo al saber que jueces han dejado en libertad a por lo menos a 80 delincuentes de alta peligrosidad que casi fueron detenidos en fraganti, por lo que y ahora temen por su seguridad. Hasta dónde hemos llegado por la venalidad de tanto supuesto impartidor de la justicia.

El asunto es que se pretende meter en un solo carril dos asuntos diferentes pero importantes para el país, por lo que hay que estar atentos y no descuidarse de esas perversas maniobras.

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