Marcelo Ebrard ¿se va de MORENA?
¿Adivino? Gerardo Fernández Noroña conversó con este columnista y nos aseguró que su compañero Marcelo Ebrard está preparando el camino para salir de Morena, mediante un chantaje político y nos vaticinó que el ex canciller Ebrard “se va de candidato al partido de Dante Delgado, Movimiento Ciudadano”. En otro tema, respecto a los jueces de distrito en materia penal y ante el incremento de las denuncias contra su desempeño al ser señalados de “vender sentencias”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó a su Consejería Jurídica preparar la lista con nombres y apellidos de los jueces que aprobaron resoluciones para beneficiar a delincuentes que son integrantes del crimen organizado y a delincuentes de cuello blanco, a efecto de promover las correspondientes denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) para investigarlos. Comentó que durante la reunión del Gabinete de Seguridad le expresaron su molestia por el trabajo que cuesta capturar a los mencionados delincuentes, que después de ser entregados al ministerio público correspondiente, sus abogados “compran sentencias a modo” y al poco tiempo vuelven a delinquir en los mismos lugares donde fueron capturados. López Obrador ordenó a su Consejería Jurídica, “el detalle de todos los jueces, magistrados y ministros contra los cuales presentan quejas ante el Consejo de la Judicatura, a fin de que se difunda el próximo martes en el contexto de la presentación del informe quincenal sobre seguridad pública”.
Aseveró que en muchos casos es evidente que se está favoreciendo deliberadamente a los delincuentes, lo que amerita la intervención de la FGR para que indague si se ha incurrido en responsabilidad penal. Mientras, en Estados Unidos, la nueva acusación criminal de Georgia vs. Trump y dieciocho cómplices conlleva el mayor peligro legal y político para el ex presidente de Estados Unidos, que en caso de que prospere, como todo parece indicarlo, Donald Trump terminará sus días en la cárcel. A diferencia de las otras tres acusaciones, donde Trump podría perdonarse a sí mismo de las imputaciones federales, en caso de que gane las elecciones o sus abogados logren neutralizarlas, como sería Nueva York, este nuevo cargo en el estado de Georgia, por ser una acusación estatal, queda blindada del Poder Ejecutivo. La fuerza de las evidencias incriminatorias acumuladas en las noventa y ocho páginas del encausamiento, incluidas las grabaciones de llamadas telefónicas en las que ordenó violar la ley, son demoledoras. Es la más sólida de las cuatro acusaciones criminales. A diferencia de las primeras tres, en las que el proceso de apelaciones podría demorar la resolución de los casos por varios años, la fiscalía de Georgia tiene planeado someter a todos los acusados a un juicio colectivo mucho antes de los próximos seis meses. Incluso si Trump y sus coacusados tienen éxito en lograr que el juicio de Georgia sea llevado al ámbito federal, los analistas coinciden en que el encausamiento criminal tiene evidencias tan sólidas, que podría ser muy dañino para Donald Trump en cualquier jurisdicción, estatal o federal. El peor de los escenarios para Trump, que hoy tiene 77 años de edad, si es hallado culpable en Georgia, podría obligarlo a permanecer de cinco a veinte años en prisión, es decir, ya no saldría vivo de la cárcel, pues un individuo tan sensible como Trump, no resistiría perder su libertad y muy probablemente fallezca en prisión.
Los republicanos aseguran que la acusación fortalece la posición de Trump para ganar la nominación presidencial republicana hacia 2024, pues la abrumadora mayoría de funcionarios electos republicanos y dirigentes partidistas estatales, ya tomaron la decisión de ir con Trump hasta el final, ya que le otorga una plataforma para agitar la bandera de la persecución política y reactivar su maquinaria de recaudación de fondos para su campaña y para su defensa legal. El espectáculo de contemplar a Trump compareciendo en una corte de Georgia todos los días, durante meses, ante las cámaras de TV, con la exposición pública de su perversidad para revertir el triunfo de Joe Biden, solicitar votos ilegales, inventar electores falsos y hackear los sistemas de computación, es muy negativo ante los votantes independientes. Que un delincuente electoral sea exhibido ante sus compatriotas y ante el mundo, no sería admisible para los electores de Estados Unidos. Más aún, si Trump es culpable de las acusaciones de participar en una conspiración de delincuencia organizada, los votantes que apoyan el dogma de ley y orden, con toda seguridad van a sentirse traicionados por las acciones del ex presidente que lo involucran en obstrucción de la justicia, delincuencia organizada y conspiración criminal contra la democracia.