Último presupuesto AMLO y Ministro Fiscal Zaldívar

Una voz: Con su mayoría, Morena sacó adelante el último presupuesto del gobierno del 79 presidente Andrés Manuel López Obrador, mismo que ejercerá de enero a septiembre del 2024 y el mismo que probablemente le tocará ejecutar a Claudia Sheinbaum, en su parte correspondiente de octubre a diciembre del 2024.

Lo que sí es importante precisar en este presupuesto es que sigue la misma línea de los últimos cinco años en cuanto a gastos de publicidad: 2024 año sin “chayote” para las empresas de comunicación, para conductores de radio y televisión ni columnistas. Por lo tanto, se recrudecerá la campaña en contra de López Obrador.

Hasta ahora, Claudia libró la embestida porque los ataques están centrados en Andrés Manuel, que sirve como una especie de pararrayos. Pero las campañas políticas comenzarán el 20 de noviembre y los medios de comunicación exigirán su “chayo”. ¿Puede triunfar una candidata teniendo algunos medios en contra? Andrés Manuel sí pudo y ganó en 2018.

A un año y 23 días antes de concluir su encargo como Ministro de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, se retira por la puerta grande y antes de presentar su renuncia, conversó con el presidente López Obrador, quien instruyó a una de sus asistentes para que se la recibiera y de ahí se fue a hacer una visita a la doctora Claudia Sheinbaum, con quien se tomó una fotografía que circuló a la velocidad de la luz en las benditas redes sociales, lo que inmediatamente abrió las especulaciones sobre si Arturo Zaldívar ocupará un cargo en el futuro gabinete de Claudia, lo cual no está muy alejado de la realidad.

Por su parte, Arturo Zaldívar dijo en las redes sociales que dejó la Corte, pero no la función pública, y que “seguirá trabajando por la transformación” del país.

Antes Medina: El exministro Medina Mora, presentó su renuncia en el 2019 cuando le faltaban 11 años en su escaño y sin argumentar causas graves también se fue. La oposición no dijo nada; al contrario, le aplaudieron, pero sigue abierta una investigación sobre lavado de dinero. El lugar que Arturo Zaldívar dejó vacante en la Corte le permitirá a López Obrador someter un nuevo nombramiento, el quinto en su orden, de un ministro para su aprobación en el senado, con fundamento en el Artículo 98 constitucional y observándose lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 96 de la misma Constitución.

Cabe señalar que la Constitución Política establece que las renuncias de los ministros de la Suprema Corte solamente procederán por “causas graves” y deberán ser sometidas al Poder Ejecutivo y, si éste la acepta, la enviará para su aprobación al Senado.

Corte distante: López Obrador logró la aprobación del Senado en la designación de cuatro ministros: José Luis González Alcántara Carrancá, Margarita Ríos Farjat, Yazmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf, pero en los dos primeros –Alcántara Carrancá y Ríos Farjat– lo traicionaron y le voltearon la espalda. En esta ocasión tendrá que ser muy cuidadoso y no equivocarse con su nueva selección porque la ¿nueva ministra? participaría eventualmente en los acuerdos que tome la Corte sobre el ajuste de su presupuesto y el traslado de los fideicomisos a la Tesorería, decretados por el Legislativo.

Otro lado del charco: En Estados Unidos, mientras el expresidente Trump sigue aferrado en volver a la Casa Blanca, sus enemigos de la Casa Blanca quieren ponerlo tras las rejas mientras en México sigue entrando un río de dólares, pues las reservas del Banco de México marcan un récord de 204 mil 984 millones de dólares sin qué nunca se alcanzará ese nivel de recursos.

Las aspirantes presidenciales Claudia Sheinbaum, de la alianza Morena, PT y Verde; Xóchitl Gálvez, de la coalición PRI, PAN y lo que queda del PRD y el casi seguro Samuel García por Movimiento Ciudadano, darán mucho que hablar en los próximos meses y serán las estrellas estelares en el escenario político de México.

Mientras todo eso sucede, Andrés Manuel López Obrador estará preparando su retirada y paulatinamente le irá dejando todo lo necesario a Claudia para que ella se encargue de tomar las decisiones que sean necesarias para definir las candidaturas, tanto de hombres como de mujeres en la infinidad de puestos de elección que habrá a lo largo y ancho de México.

Algunos colegas repiten que el exgobernador de Nuevo León favorecerá a Claudia porque le restará votos de la clase media a Xóchitl. El otro aliado de Morena es Futuro, cuyo personaje más visible es José Pedro Kumamoto Aguilar, quien se inició en la política como candidato independiente y ahora terminó creando un partido, Futuro, y asociándose a cuatro de ellos, Morena, PT y PVEM.

Kumamoto busca ser candidato a la presidencia municipal de Zapopan, Jalisco, dónde actualmente es regidor. Mientras todo eso sucede en Jalisco, donde las contradictorias alianzas de Morena tienen como objetivo enfrentar con probabilidades de éxito al partido Movimiento Ciudadano que, a pesar de algunas divergencias cerró filas en torno a Pablo Lemus, expresidente municipal de Zapopan y actual presidente, con licencia, de Guadalajara.

Mientras que Enrique Alfaro, quien mucho forcejeó con Dante Delgado en busca imponer al senador Clemente Castañeda, terminó cediendo, en aras de mantener la continuidad del partido naranja en las tierras jaliscienses, en el Grupo de la Universidad de Guadalajara y el partido Futuro, de Pedro Kumamoto, tendrán postulaciones importantes a cambio de apoyar al candidato de Morena al gobierno de Jalisco, donde todo indica que será Carlos Lomelí, el médico y empresario que transitó por el PRD, por MC y, desde marzo de 2017, por el partido Morena.

Lomelí fue candidato a gobernador por Morena, contra Enrique Alfaro en 2018, se le considera el principal agente financiero de Morena en Jalisco, bajo constantes señalamientos respecto de varios negocios, entre ellos los relacionados con ventas a diversos gobiernos. En Jalisco, según varias encuestas, hay un ánimo favorable hacia Morena, como alternativa ante el dominio naranja de Movimiento Ciudadano y las cuestionables administraciones priistas y panistas de sexenios anteriores.