Controvertido poder judicial EU
Posiciones: El Fiscal Especial Jack Smith, quien buscó responsabilizar penalmente a Donald Trump por intentar anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, pidió que se desestimen esos cargos contra el ahora presidente electo al conspirar para revocar las elecciones de 2020 y por retener documentos confidenciales de la Casa Blanca, sin autorización del FBI.
El argumento de esas peticiones es “una vieja política del Departamento de Justicia que establece que un presidente en funciones no puede enfrentar procesos penales”. Así fue el fin de las labores de los juzgados federales contra Trump, después de su victoria electoral del 5 de noviembre, que lo llevó de regreso a la Casa Blanca a pesar de las causas penales en su contra relacionadas con las elecciones de 2020 y otros cargos. La decisión también significa el final de los casos penales que eran considerados como los más peligrosos entre las amenazas legales que enfrentaba Trump.
Tan solo es la consecuencia de la victoria electoral de Trump, que le garantiza que asumirá el cargo libre del escrutinio sobre la retención de documentos ultrasecretos y sus intentos por anular los resultados de la elección presidencial de 2020, que perdió ante Joe Biden. El fiscal Smith enfatizó que la decisión de hacer a un lado las acusaciones presentadas ante tribunales federales en Washington y Florida, reflejaba su compromiso con la política del Departamento de Justicia. La decisión era de esperarse después de que Smith comenzó a evaluar la manera de poner fin a los dos casos.
Trump sostuvo que esos casos fueron presentados por motivaciones políticas y prometió despedir al fiscal Smith tan pronto como asumiera el cargo en enero. El caso de las elecciones de 2020, presentado el año pasado, fue visto en su momento como una de las amenazas legales más serias que enfrentaba Trump, mientras competía por recuperar la Casa Blanca. Pero las afirmaciones de Trump de que gozaba de inmunidad al ser procesado por las acciones que tomó mientras estaba en la Casa Blanca resultaron verdaderas.
¿Cuál juicio?: La Corte Suprema dictaminó por primera vez en julio pasado que los expresidentes gozan de una amplia inmunidad para ser procesados y envió el caso de regreso a la jueza federal Tanya Chutkan para determinar cuáles de las acusaciones, de ser el caso, procederían a juicio. El equipo de Smith presentó un extenso informe en octubre en el cual se detallaron nuevas evidencias que planeaban usar contra Trump durante el juicio, acusándolo de «recurrir a delitos» como parte de un intento cada vez más desesperado por revertir la voluntad de los electores después de su derrota electoral ante Joe Biden.
El 20 de enero se acerca y Trump hará el juramento de ley y convertirá sus amenazas en decretos. Será un segundo Trump y se convertirá en un látigo para México. Ha dicho con claridad: “seré dictador desde el primer día”. El equipo que ha formado, con ideólogos más radicales y los devotos más desquiciados, da idea de lo que hará en su segunda inauguración, Trump exhibirá fuerza y temeridad que sorprenderá a todos. Su victoria es el permiso para iniciar proyectos feroces y hará un espectáculo de su actuación. México nunca enfrentó, en lo internacional, una amenaza tan grave como la que supone el regreso de Trump a la Casa Blanca. Trump pondrá en riesgo la integridad territorial de México y su economía, amenazando con una crisis humanitaria en su frontera.
El regreso de Trump puede convertirse en una catástrofe para México. Que hará la presidenta Claudia Sheinbaum para encarar el desafío que se nos viene encima. Hacer acopio de todos los recursos intelectuales, diplomáticos, profesionales e institucionales para enfrentar, lo mejor posible, a Trump. Las promesas de Trump de llevar a cabo deportaciones masivas, eliminar la burocracia federal e imponer enormes aranceles a las importaciones extranjeras causaron incertidumbre tanto en el país como en el extranjero. A medida que se acerca el final de su mandato, Biden se concentrará en los indultos que los presidentes estadounidenses suelen otorgar antes de abandonar el Despacho Oval.