Así lo dice La Mont

Del gabinete de Trump

Perfiles: El presidente electo Donald Trump nombró a Susie Wiles, que fue directora de su campaña, como la jefa de gabinete en la Casa Blanca, la primera mujer en ocupar ese influyente puesto.

Es ampliamente reconocida dentro y fuera del círculo íntimo de Trump por dirigir lo que fue una campaña disciplinada y mejor ejecutada. Evitó en los focos de atención, incluso se negó a tomar el micrófono para hablar cuando Trump celebraba su victoria.

Ella ayudó a controlar los peores impulsos de Trump, no reprendiendo sino ganándose su respeto al mostrarle que era mejor seguir su consejo que ignorarlo. “Susie es fuerte, inteligente, innovadora y es admirada y respetada universalmente. Susie seguirá trabajando incansablemente para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”, afirmó Trump en un comunicado. “Es un honor merecido tener a Susie como la primera mujer jefa de gabinete en la historia de Estados Unidos. No tengo dudas que hará que nuestro país se sienta orgulloso”.

Trump contó con cuatro jefes de gabinete durante el primer año del primer gobierno, en una rotación de personal récord en su administración. La expulsión masiva de migrantes en situación irregular es una de las promesas más temidas de Donald Trump, pero si la lleva a la práctica puede desatar una cascada de problemas económicos y jurídicos, pues el discurso es una cosa y la aplicación es otra al considerar las protecciones jurídicas otorgadas por la Constitución estadounidense a toda persona, más allá de su nacionalidad, Trump no puede arrestar a personas y expulsarlas al día siguiente.

Se calcula que unos 12 o 13 millones de extranjeros se encuentran de forma ilegal en el país Esas personas en situación irregular deben presentarse primero ante un juez que decidirá sobre su solicitud de permanecer en Estados Unidos. Ya hay una acumulación de 3,6 millones de casos pendientes en los tribunales de inmigración, para unos 700 jueces, que en realidad son empleados del Departamento de Justicia. Sería necesario reclutar a miles de nuevos jueces, sin contar a los agentes de la policía de inmigración (ICE), para detenerlos, construir nuevos centros de detención y disponer de aviones para expulsarlos. Este aparato burocrático necesario para llevar a cabo un proyecto de expulsión masiva tomará tiempo y dinero por parte del Congreso, se duda que la mayoría de los republicanos estén dispuestos a desembolsar los cientos de miles de millones de dólares necesarios para una operación de esa magnitud.

Tratos: Un estudio publicado en octubre por American Immigration Council evalúa el costo global en 88,000 millones de dólares al año, es decir, 352,000 millones en cuatro años del gobierno de Trump, solo de costos directos. Un plan de expulsiones masivas será difícil de aplicar inmediatamente en su totalidad, debido a su costo, según los especialistas.

Pero eso no significa que el futuro gobierno vaya a renunciar a ello, pues podría tomar medidas inmediatas para expulsar a las personas sin papeles más vulnerables, es decir, aproximadamente 1,5 millones de extranjeros ya sujetos a órdenes definitivas de expulsión y que viven bajo la supervisión de los servicios de inmigración. Además, Donald Trump podría utilizar el ejército para acelerar su plan de expulsiones masivas, con el fin de compensar la falta de agentes federales de inmigración o de la policía municipal, pero el uso de la fuerza militar para operaciones de mantenimiento del orden suscitaría impugnaciones legales.

La mayoría de los estudios económicos prevén, en caso de expulsiones a gran escala de extranjeros en situación irregular, una reducción de la mano de obra, en ciertos sectores y un aumento de los salarios y de la inflación. Eso se traduciría, según la ONG, en una reducción del PIB de Estados Unidos del 4,2% al 6,8%.

Ruta 20 enero: Tras la victoria, el equipo de Donald Trump está acelerando la preparación de los planes para las deportaciones masivas, publicó ayer The Wall Street Journal (WSJ). Los colaboradores de Trump analizan una declaración de emergencia nacional para usar recursos, bases y elementos militares para detener y expulsar a los migrantes, así como retomar la construcción del muro fronterizo. Sobre las deportaciones, precisó el WSJ, empezarían por migrantes que se encuentran sin documentos y que recibieron órdenes de expulsión, quienes sumarían 1.3 millones.

También revocará la política del presidente Biden de no perseguir a migrantes indocumentados que no cometieron delitos y están planeando entablar negociaciones agresivas con México para revivir la política de “Quédate en México” un programa, que obligaba a los migrantes a esperar fuera de EU la aprobación de su solicitud de asilo humanitario, señaló el WSJ. Trump argumenta que es necesario un programa agresivo de deportación, para que el país vuelva a encontrarse, después de que ocho millones de inmigrantes ingresaron ilegalmente a EU durante la Administración Biden.

De cuántas personas están ilegalmente en EU, según el Departamento de Seguridad Nacional eran 11 millones en el 2022 pero es probable que la cifra haya aumentado. Como primer paso, Trump podría emitir una declaración de emergencia nacional en la frontera en su primer día en el cargo, lo que le permitiría transferir dinero del Pentágono para pagar la construcción del muro y ayudar con la detención y deportación de migrantes. Pero la legalidad de tal medida no es clara. Una emergencia nacional también desbloquearía la capacidad de usar bases militares para la detención de inmigrantes y aviones militares para las deportaciones, pero es necesario encontrar el dinero para pagarlo.

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