Ataúd albiazul por Morena
Cuenta regresiva: A pesar de los indefendibles resultados, en el equipo del michoacano Marko Cortés ven la mano negra de Morena y el gobierno federal, que busca poner los últimos clavos al ataúd del principal partido de oposición.
En la casa de enfrente, la batalla por la dirigencia nacional del PRI aún no termina, pues a pesar de que el Consejo General del INE ya invalidó las modificaciones a sus estatutos, será el Tribunal Electoral la instancia que tendrá la última palabra sobre la legalidad de la reelección de Alejandro “Alito” Moreno como dirigente nacional del PRI. Las impugnaciones interpuestas por los expresidentes del tricolor Enrique Ochoa, Dulce María Sauri y Pedro Joaquín Coldwell, que buscan impedir la permanencia de “Alito” Moreno al frente del PRI ya están en el escritorio de Mónica Soto.
Hay quienes piensan que el tribunal le permitirá al campechano “Alito” salirse con la suya porque a Morena le conviene un PRI “a modo” con una dirigencia cuestionada y desprestigiada. Pero se dice que desde la 4T van aprovechar la ocasión para “ajustar cuentas” con el impresentable “Alito” Moreno, al no cooperar con la reforma judicial. ¿Qué tendrá que hacer la magistrada presidenta, Mónica Soto, para salir bien parada de este embrollo?.
Por lo pronto, el coordinador parlamentario de Morena en el senado, Adán Augusto López, se reunió en privado con Mónica Soto en su oficina alterna del Tribunal Electoral, allá por los rumbos de Periférico Sur. No vayan a pensar que fue a dar indicaciones de cómo quieren en Morena que la Sala Superior resuelva el caso de los estatutos que le dieron la reelección a «Alito», quien también acudirá en estos días a dicho tribunal para tratar de “convencer” a Mónica Soto para que deseche el acuerdo del INE y salvar su pellejo.
Traición: El Partido Acción Nacional canceló el festejo que se llevaría a cabo en el Frontón México el pasado domingo 15 de septiembre por su 85 aniversario. Su aún líder Marko Cortés Mendoza dijo a este columnista que están muy desanimados por el “voto traidor” de su compañero senador Miguel Ángel Yunes Márquez, que le entregó a Morena para conseguir la mayoría calificada necesaria y empujar la aprobación de la reforma al Poder Judicial que obligará a que jueces, magistrados y ministros sean electos por el voto en las urnas.
Además, incluye una reducción salarial para ministras y ministros de 42 por ciento de sus ingresos anuales de 3.3 millones de pesos netos, para quedar en 1.9 millones que percibe el presidente López Obrador. Por su parte, el pleno de la Suprema Corte sesionó en privado y por unanimidad acordó levantar la suspensión de labores que inició el 3 de septiembre, en protesta por la reforma para reanudar sus trabajos el martes 17. En el partido Morena anunciaron la fecha para la renovación de su dirigencia nacional y será el domingo 22 de septiembre cuando Luisa María Alcalde Luján oficialice su paso de la Secretaría de Gobernación a la dirigencia nacional de Morena, aunque en realidad ya desde hace tiempo anda en labores partidistas como su visita a San Lázaro en la entrega del Sexto Informe de Gobierno, que se convirtió en una actuación de dirigente de Morena y no como funcionaria de Estado.
Ayer el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, rindió el sexto y último informe de la administración que empezó la hoy presidenta electa, Claudia Sheinbaum. La petición del mandatario para realizarlo fue planchada en el Congreso de la Ciudad de México. Por lo pronto, rumbo al cambio de gestión, Martí aseguró que antes de que llegue la jefa de Gobierno electa, Clara Brugada, la Línea 3 del Cablebús, la Línea 1 del Metro hasta Balderas y las tres estaciones de la Línea 9 estarán operando.
Entre otras cosas: Un juez retrasó la sentencia de Donald Trump hasta el 26 de noviembre, después de la jornada electoral, la decisión de Juan Merchan significa que los votantes no sabrán si el candidato presidencial republicano pasará finalmente algún tiempo entre rejas. Donald Trump, el primer expresidente estadounidense convertido en delincuente, busca regresar a la Casa Blanca y anular su condena.
El juez encargado del caso penal de Donald Trump en Manhattan, pospuso su sentencia hasta después del día de las elecciones, una victoria significativa para el ex presidente en su intento de recuperar la Casa Blanca y anular su condena. El viernes pasado , el juez Juan Merchan emitió un fallo que reprograma la sentencia para el 26 de noviembre, citando el “marco de tiempo único en el que este asunto se encuentra actualmente”. Antes planteó determinar el castigo del expresidente el 18 de septiembre, solo siete semanas antes del día de las elecciones, cuando Trump se enfrentará a la vicepresidenta Kamala Harris por la presidencia.
“Esta no es una decisión que este tribunal toma a la ligera, pero es la decisión que cumple mejor con los intereses de la justicia”, escribió el juez Merchan en el fallo de cuatro páginas, que señaló que “este asunto se encuentra solo, en un lugar único en la historia de esta nación”. El juez parecía dispuesto a eludir el torbellino de cuestionamientos partidistas en la recta final de la campaña, afirmando que el tribunal es una “institución justa, imparcial y apolítica”, dijo que “la integridad de nuestro sistema judicial exige” que la sentencia esté “libre de distracciones o distorsiones”.
Pero aunque su decisión evitará un espectáculo antes de las elecciones, esa demora podría afectar sus resultados, al propiciar que los votantes no sepan si el candidato presidencial republicano pasará finalmente algún tiempo entre rejas. No está claro si sentenciar a Trump en septiembre lo ayude o perjudique políticamente; su castigo podría ser un recordatorio embarazoso de sus antecedentes penales, pero también podría fortalecer sus pretensiones de martir político.
La decisión del juez Merchan se produjo a petición de Trump, quien pidió retrasar la sentencia, en parte para ganar tiempo con el fin de impugnar su condena por cargos de falsificación de registros para encubrir un escándalo sexual con la actriz porno, Stormy Daniels. Los fiscales que trabajan para el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, quien llevó el caso, recurrieron al juez, allanando el camino para al menos un breve aplazamiento. El fallo del juez adoptó un tono defensivo, negándose a abordar algunos de los argumentos de apoyo de Trump para un retraso, los que describió como una “letanía de agravios percibidos y sin fundamento”.
