¿Camina o no Xóchitl?
¡Despierta!: La campaña de Xóchitl Gálvez avanza a paso de tortuga, arranca y se detiene, da un campanazo y se atasca después. No logra cuadrar el sentido de la coalición que la embarcó en esta aventura ni formular una propuesta concreta que sea sensata y atractiva. Lo que se conoce de su plan de gobierno no es mucho, sólo es un listado de iniciativas dispersas que no encuentran una coincidencia temática planeada y que está lejos de presentarle a la ciudadanía un relato atractivo como para atraer su voto.
Al terminar la precampaña hizo un bosquejo de tres prioridades que podrían ser la base de un discurso coherente, pero encima de eso no ha construido nada. El 2024 no será una elección cualquiera hay que comprender que está en disputa por primera vez la posibilidad real que tengamos a una Presidenta de México y eso se decidirá en la elección de junio.
Lo que está en juego además del gobierno, es el régimen democrático que va a necesitar sus contrapesos y sus espacios de pluralidad, así que salen sobrando el mérito de las propuestas, la solidez de las trayectorias, la viabilidad de las promesas si no nos damos cuenta que se nos invita a desmontar definitivamente 36 años de gobiernos del PRI y del PAN que sólo llegaron al poder para robarse el presupuesto. Ese es el eje de la elección de junio: un referéndum sobre la democracia real, la que verdaderamente necesitamos. A Gálvez la podemos invitar a una fiesta, para que nos haga reír, sería el centro de atención, pero si le planteamos un problema, sólo nos respondería con una tontería.
Científica: Claudia Sheinbaum tiene el grado académico de doctora en ciencias, ideológicamente es de izquierda, es una mujer de ciencia acostumbrada a examina datos y experiencias, que sabe explorar alternativas, calcula costos y beneficios; resuelve con aplomo la mejor opción para el interés público. Sheinbaum sabe manejar y controlar la ideología.
Pero más allá de la tensión entre ideología, lealtad y técnica, lo que representa Sheinbaum es la construcción de la democracia real con sus límites y equilibrios. Muy peculiar la manera en que celebraron el 8M en el Partido de la Revolución Democrática, con desacuerdos y peleas entre la dirigencia nacional, a cargo desde hace varios lustros de “El Chucho” Zambrano, y su homóloga de la Ciudad de México, Nora Arias, provocaron que el sábado anterior se firmara un acuerdo para echar de la presidencia local a la dirigente Arias y apartarla de la gestión del patrimonio y recursos financieros locales del PRD.
En medio de las campañas electorales, Zambrano firmó un acuerdo para nombrar como responsable del cuidado, control, manejo y administración de los dineros, ingresos y egresos, así como del patrimonio del PRD en la CDMX, a Aldo Jonathan Dávila Ríos, coordinador del patrimonio y recursos financieros nacionales de la dirección nacional. Con el pretexto de que se han observado conductas omisivas y negligentes de parte de Nora Arias que han afectado el buen desarrollo y labor política del partido, así como el manejo de las finanzas que han puesto en riesgo el proceso electoral local.
Asimismo, manifestaron que el partido no ha pagado impuestos por 1.6 millones de pesos, los cuales, de no pagarse, el INE impondrá a la dirigencia estatal una multa de más de 3.3 millones de pesos, correspondiente al 200 por ciento del monto involucrado. Indica que tampoco se ha realizado el timbrado completo de la nómina por la falta de información de 57 personas, de las cuales no se tiene certeza que efectivamente estén desempeñando sus funciones laborales dentro de ese partido. Cuando Lorenzo Córdova era presidente del INE contaba con recursos económicos y gran parte se regresaba a la Tesorería de la Federación, un promedio de 300 millones de pesos cada año, mientras el resto del presupuesto se usaba para incrementar dos fideicomisos multimillonarios.
Ahora la consejera presidenta Guadalupe Taddei planteó mecanismos para solventar la situación a la comisión temporal de presupuesto, encabezada por Carla Humphrey, pero su propuesta fue bloqueada por el bloque de los “consejeros cordovistas”. La intención de Taddei es eliminar dichos fideicomisos. Los recursos que manejan esos fideicomisos son impresionantes, el fondo para atender el pasivo laboral es de 3 mil 433 millones de pesos y antes de irse Lorenzo Córdova ya había ejercido más del 90 por ciento, y el fondo para infraestructura es de 2 mil 444 millones y se han gastado mil 226 millones. Cuando se expongan públicamente las auditorias de los importes reales de estos fideicomisos Lorenzo Córdova tendrá que contratar abogados para que le tramiten uno o varios amparos.
Aún no hay un acuerdo definitivo para los candidatos y candidatas en las alcaldías de la ciudad de México, el nido más grande de corrupción en la CDMX. Sin contar a los miembros de la Sección UNO del Sindicato de Trabajadores del Gobierno de la CDMX, que son todos los trabajadores de limpia, que se han convertido en los amos de las calles de la ciudad.
