Por: Fernando Dávila
Las Chivas anunciaron oficialmente la salida de Javier “Chicharito” Hernández, cerrando así su segunda etapa como rojiblanco en medio de reclamos y opiniones encontradas entre la afición. El club agradeció su entrega a lo largo de casi dos años y reconoció el peso emocional del anuncio, que para muchos dejó un sabor agridulce por la forma en que se dio su despedida.


En el comunicado, la directiva destacó el vínculo histórico con el delantero, formado en las fuerzas básicas y proyectado al Manchester United, donde consolidó una carrera internacional que lo convirtió en referente del futbol mexicano. El club subrayó también su rol como guía para jóvenes talentos, como Armando González, además de recordar momentos clave como el título del Clausura 2006 y el campeonato de goleo en el Bicentenario 2010.
El anuncio reavivó tensiones en la afición. Algunos consideraron que su regreso ocurrió demasiado tarde y que una vuelta inmediata tras el Mundial de Rusia 2018 habría cambiado su desenlace. Otros calificaron su segunda etapa como innecesaria, argumentando que su rendimiento no estuvo a la altura de su trayectoria y que distracciones externas influyeron en su nivel.
El penal fallado ante Cruz Azul, que dejó fuera al Rebaño de las semifinales, avivó el debate. Aun así, un amplio sector reconoció a Hernández como el mejor delantero mexicano de la era moderna, solo detrás de Hugo Sánchez, dejando claro que su legado permanece intacto pese al cierre irregular.
Aunque la salida mantiene un tono nostálgico, Chicharito deja Verde Valle con una historia marcada por éxitos internacionales y un fuerte vínculo simbólico con la institución. Sin embargo, para parte de la afición, los episodios extracancha dificultaron una despedida acorde a la figura que brilló en Europa.









