Organizaciones de la sociedad civil han emitido un llamado urgente a las autoridades educativas exigiendo el retiro inmediato de los libros de texto destinados al nivel básico en México. La razón detrás de esta solicitud es la preocupación por la inclusión de contenido que promueve la ideología de género y, según afirman, fomenta la confusión sexual, la hipersexualización de los niños y la promoción de relaciones sexuales a edades tempranas.
En una conferencia de prensa conjunta, representantes de estas organizaciones, incluyendo a Karla García, directora de la Unión Nacional de Padres de Familia en la Ciudad de México; Francisco Landero, presidente de Suma por la Educación; Rosario Laris, directora de Sexo Seguro; y Mario Romo, líder Nacional de Red Familia, presentaron pruebas del contenido controvertido contenido en los libros de texto.
Mario Romo destacó que los niños y niñas, debido a su etapa de desarrollo mental, emocional, físico y espiritual, necesitan protección. Aseguró que confundir a los niños con ideologías basadas en falsedades es inaceptable y condenable. Romo enfatizó que los padres son los principales responsables de salvaguardar la pureza, inocencia e integridad de sus hijos y que estos necesitan una educación enfocada en aspectos como el español, las matemáticas y habilidades que les ayuden a comprender el mundo laboral y profesional.
Rosario Laris, experta en salud pública y bioética, detalló los riesgos de los contenidos presentes en los libros de texto. Destacó que los libros promueven la hipersexualización de los niños y fomentan las relaciones sexuales desde los 9 años, lo que podría generar una disminución de la edad inicial de las relaciones sexuales y un aumento en los embarazos en la adolescencia, infecciones de transmisión sexual y otras conductas de riesgo.
Laris señaló actividades inapropiadas para la edad en los libros, como enseñar a los niños sobre el clítoris y la vulva en segundo grado, dibujar aparatos reproductores de niño y niña en tercer grado, y elaborar maquetas sobre erección y eyaculación en quinto grado. Estas dinámicas, según Laris, no son adecuadas para la edad y promueven la hipersexualización en niños y niñas.
La falta de claridad en los libros sobre el abuso sexual infantil también fue destacada por Laris, quien resaltó que no se hace énfasis en la importancia del consentimiento de los niños. Esto, según la doctora Laris, puede promover la confusión y facilitar el abuso sexual.
Francisco Landero, presidente de Suma por la Educación, demandó la ausencia de participación de los padres de familia en un tema tan importante y sensible como la educación sexual. Señaló que los nuevos textos están plagados de definiciones vagas y confusas y desligan la sexualidad de la biología básica.
Karla García, directora de la Unión Nacional de Padres de Familia en la Ciudad de México, destacó que la actuación del Gobierno Federal es inconstitucional al modificar el contenido de los libros de texto sin consultar a los padres de familia y a especialistas, como lo requieren las normas. Exigió a las autoridades correspondientes retirar los libros y abordar este asunto de manera adecuada.
En última instancia, las organizaciones subrayaron la oportunidad perdida por parte de las autoridades educativas para proporcionar a los padres de familia contenido de calidad sobre la educación sexual de sus hijos, fortalecer la confianza entre padres e hijos y prevenir conductas de riesgo. Exigieron que se retiren los libros de texto y se corrija esta grave falta de manera efectiva.
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