Entre Reforma Electoral y adulto mayor Biden
Por: Federico La Mont
Avanza: La comisión presidencial para la reforma electoral empezará sus audiencias el próximo miércoles 17 de septiembre para escuchar a quienes buscan presentar sus propuestas y opiniones rumbo a la nueva legislación electoral, informó Pablo Gómez Álvarez y detalló que se realizarán tres sesiones por semana, a las que prevén que acudan 20 ponentes en promedio por día, y que concluirán en diciembre, con la intención de presentar en enero el primer borrador a la presidenta Claudia Sheinbaum, antes del inicio del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, en febrero próximo.
Ahí escucharemos y conoceremos las propuestas de alrededor de 900 personas que deseen participar y entre ellas seguramente estarán el controvertido Lorenzo Córdova Vianello y su cómplice Ciro Murayama.
Luego de asistir a la sede de la secretaría de Gobernación, donde supervisó los espacios en el salón Revolución, en los que se organizarán las audiencias correspondientes a la Ciudad de México, Pablo Gómez apuntó que se trata de un proceso que estará abierto a quienes radican en cualquiera de las entidades, ya que se llevará a cabo por lo menos una audiencia en cada estado.
También anunció que ya quedó abierto el registro en el micrositio www.reformaelectoral.gob.mx, en el que se definirá a los interesados el día de su participación y el horario. También se podrá enviar textos con “críticas, propuestas, observaciones y sugerencias, las cuales serán analizadas como parte de los trabajos de la comisión conducentes a la enmienda electoral”.
Indicó que no hay restricción para registrarse y que “no hay impedimento para participar; no vamos a preguntar si son de la oposición. No son audiencias para la oposición o para los que no son de la oposición, sino para todos los interesados, dirigentes de partidos, sindicatos o simplemente especialistas o personas que participan en los sistemas electorales mexicanos durante mucho tiempo”.
Entre otras cosas: La ex vicepresidenta Kamala Harris dijo que fue una “imprudencia” por parte de los demócratas dejar que el presidente Joe Biden decidiera si seguía buscando otro mandato el año pasado, pero defiende su capacidad para hacer el trabajo, según un extracto de su nuevo libro titulado “107 días” publicado este miércoles en The Atlantic.
Escribe que mientras surgían preguntas sobre si Biden, que entonces tenía 81 años, debía buscar la reelección, ella y otros dejaron la decisión en manos de él y de la primera dama Jill Biden. “¿Fue gracia o imprudencia? En retrospectiva, creo que fue imprudencia”, dijo Harris.
Estos comentarios representan por primera vez la crítica pública de Harris por la decisión de Biden de postularse nuevamente, una decisión desafortunada que lo llevó a retirarse en julio de 2024 después de un desempeño desastroso en el debate, dejándola a ella para encabezar la lista demócrata y finalmente perder ante el republicano Donald Trump.
“Demasiado en juego”, escribe Harris en el libro. “Esta no era una decisión que debiera quedar en manos del ego, de la ambición individual. Debió ser algo más que una decisión personal”.
A lo largo de la campaña y después de ella, Harris evitó hacer críticas al presidente junto al cual sirvió y defendió en medio de preguntas sobre su agudeza mental.
En el extracto del libro, Harris continúa defendiendo la capacidad de Biden para hacer el trabajo, pero lo describe en 2024 y especialmente en el momento de su “debacle en el debate” como “cansado”. “En su peor día, Joe Biden estaba más informado, era más capaz de juzgar y mucho más compasivo que Donald Trump en su mejor momento.
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Pero a los 81 años, Biden se cansó. Fue entonces cuando su edad se hizo evidente en sus tropiezos físicos y verbales —escribe Harris—. No me sorprende que el debacle ocurriera justo después de dos viajes consecutivos a Europa y un vuelo a la Costa Oeste para una recaudación de fondos en Hollywood. No creo que fuera incapacidad,” escribió Harris. Agrega que si creyera que Biden estaba incapacitado, lo revelaría por lealtad al país.
Harris también culpa a las personas cercanas a Biden por la cobertura mediática poco favorecedora durante el tiempo que ella sirvió como vicepresidenta y por dejarla bajo el autobús para mejorar la posición pública de Biden, para que la arrollara.