¿Limpieza étnica Washington?
Señal: El vicepresidente de EU, JD Vance, fue abucheado al visitar el miércoles a las tropas desplegadas por el gobierno en la capital del país, donde se espera la llegada de centenares de efectivos de varios estados gobernados por republicanos.
Trump ordenó la semana pasada el despliegue en Washington D. C. de reservistas de la Guardia Nacional en el marco de lo que llamó su ofensiva contra la delincuencia, a pesar de que las estadísticas muestran una disminución de los delitos violentos en la ciudad. La Guardia Nacional de Washington movilizó 800 efectivos, mientras que los estados de Ohio, Luisiana, Misisipi, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia Occidental enviarán en total unos 1,200 más. Vance visitó a las tropas en la estación de trenes Union Station junto al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller.
Fuertes abucheos se oyeron desde el exterior cuando el vicepresidente entró en un restaurante de comida rápida en la estación, y también gritos de ¡Liberen a Washington! mientras Vance saludaba a las tropas y hablaba con la prensa, calificó a los manifestantes de desquiciados, y dijo: Oímos a esta gente gritando afuera ‘¡Liberen a Washington!’.
Liberemos a Washington por la anarquía. Liberemos a Washington con una de las tasas de homicidios más altas del mundo. Políticos republicanos afirman que Washington, ciudad mayoritariamente demócrata, está plagada de delincuentes y personas sin hogar y tiene una mala gestión financiera. Sin embargo, datos de la policía capitalina muestran descensos significativos en los delitos violentos entre 2023 y 2024. El gobierno de Trump también intentó tomar el control total del departamento de policía local de Washington.
Tras una impugnación legal, accedió luego a permitir que el jefe de policía permanezca al mando, pero exigió colaborar con las autoridades migratorias. Trump envió en junio a la Guardia Nacional y a marines a Los Ángeles para sofocar los disturbios provocados por las redadas migratorias. Fue la primera vez desde 1965 que un presidente estadounidense desplegaba la Guardia Nacional contra la voluntad de un gobernador estatal.
Entre otras cosas: Los inmigrantes que buscan una vía legal para vivir y trabajar en EU ahora estarán sujetos a exámenes de antiamericanismo, dijeron las autoridades el martes, lo que generó preocupación entre los críticos de que esto les da a los oficiales demasiada libertad para rechazar a los extranjeros basándose en un juicio subjetivo.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos dijo que los funcionarios ahora considerarán si un solicitante de beneficios, como una tarjeta verde, “respaldó, promovió, apoyó o de otra manera abrazó opiniones antiamericanas, terroristas o antisemitas”. “Los beneficios de EU no deben otorgarse a quienes desprecian al país y promueven ideologías estadounidenses”, declaró Matthew Tragesser, portavoz del USCIS. “Los beneficios migratorios, incluyendo vivir y trabajar en Estados Unidos, siguen siendo un privilegio, no un derecho”.
No se especifica qué constituye antiamericanismo y no está claro cómo y cuándo se aplicaría la directiva. “El mensaje es que EU y las agencias de inmigración serán menos tolerantes con el antiamericanismo o el antisemitismo al tomar decisiones sobre inmigración”, dijo el martes Elizabeth Jacobs, directora de asuntos regulatorios y políticas del Centro de Estudios de Inmigración, un grupo que aboga por restricciones a la inmigración. Jacobs afirmó que el gobierno está siendo más explícito en cuanto a los comportamientos y prácticas que los agentes deben considerar, pero enfatizó que la discreción sigue vigente.
La agencia no puede decirles a los agentes que tienen que denegar, simplemente considerarlo una discreción negativa, afirmó. Los críticos temen que la actualización de la política permita opiniones más subjetivas de lo que se considera antiamericano y que los prejuicios personales de un oficial nublen su juicio. “Para mí, lo más importante es que están abriendo la puerta a que los estereotipos, los prejuicios y los sesgos implícitos dominen estas decisiones. Eso es realmente preocupante”, afirmó Jane Lilly Lopez, profesora asociada de sociología en la Universidad Brigham Young.
Estos cambios en la política se suman a otros instrumentados recientemente desde el inicio de la administración Trump, como la verificación de antecedentes en redes sociales y la reciente incorporación de la “evaluación de la buena conducta moral” de los solicitantes de naturalización. Esto no solo considerará la ausencia de mala conducta, sino que también tendrá en cuenta los atributos y las contribuciones positivas del solicitante.