Antes aguacate ahora tomate
Decisiones: El Departamento de Comercio de Estados Unidos (EU) anunció que los jitomates importados de México pagarán un arancel de 20.91 por ciento a partir del próximo 14 de julio, tras retirarse México de un acuerdo que, según se afirma, no protegió a los productores nacionales.
El 54% del jitomate que se consume en EU es importado de México. “Esta medida permitirá a los productores estadounidenses de jitomates competir de forma justa en el mercado”, declaró en un comunicado. En 2019, los productores mexicanos de jitomate llegaron a un acuerdo con la primera administración del presidente Donald Trump para evitar una investigación antidoping y poner fin otra arancelaria.
En aquel momento, EU afirmó que el acuerdo cerraba lagunas legales e incluía un mecanismo de inspección. La más reciente amenaza del presidente Trump no tiene que ver con las exportaciones, sino con el agua. Aplicará aranceles si México no le paga la deuda hídrica. Antes Trump sostuvo que la presidenta Sheinbaum “es una mujer fantástica, elegante y muy amable”. La presidenta Sheinbaum opinó al respecto: “es su manera de negociar.
¿Existe la deuda? Sí, por razones atribuibles, en parte, a la naturaleza. El día de ayer fue enviada al subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos una propuesta integral para atender el envío de agua a Texas dentro del tratado de 1944, que incluye acciones de muy corto plazo.
Transcurrieron tres años de sequía y, en la medida de la disponibilidad de agua, México cumplió. La Comisión Internacional de Límites y Aguas continúa los trabajos para identificar opciones de solución favorables para ambos países. Se está negociando”. Christopher Landau, ex embajador de Estados Unidos en México, es el destinatario de la propuesta, conoce bien a México.
No se menciona, pero también debería considerarse que el agua que nos entrega Estados Unidos por el Río Colorado en Baja California es muy tóxica. Cubre salitre en amplias extensiones del valle de Mexicali. Los agricultores de Arizona y Nevada lavan sus tierras y nos envían agua sucia. ¿Procederá a gestionar una indemnización?
Entre otras cosas: el pasado domingo se celebraron elecciones en Ecuador y ganó la contienda un peón de EU, Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín (rey servidor de Cristo, el segundo y tercer nombres) nació en Miami, Florida, 37 años atrás. Es hijo del hombre más rico de Ecuador, y su educación profesional fue realizada por completo en Estados Unidos. Llegó a la presidencia de Ecuador por primera vez luego que el banquero Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza fue sometido a un juicio político instaurado en su contra por la Asamblea Nacional, con 104 votos a favor, 18 en contra y tres abstenciones, acusado de corrupción en el grado de comisión por omisión.
Un día después del inicio del proceso legislativo de enjuiciamiento, Lasso Mendoza disolvió la Asamblea Nacional y convocó a elecciones adelantadas en las que validaron como ganador a Noboa, quien más tardó en tomar el poder que en favorecer sus intereses empresariales. Noboa no pidió licencia al cargo para ser candidato, así que hizo campaña electoral al mismo tiempo que seguía ejerciendo la presidencia, en violación a la legalidad ecuatoriana. A su vicepresidenta, Verónica Abad, le impidió encargarse de la presidencia en tanto él fungía como candidato.
Un día antes de las elecciones decretó el estado de excepción, para frenar y castigar el ejercicio opositor de derechos de reunión y expresión, entre otros. Las irregularidades denunciadas por la candidata opositora, Luisa González no fueron procesadas por las autoridades electorales. A Trump le acomodó el triunfo de Noboa, así sea fraudulento, pues, de consolidarse sumaría una pieza más al tablero latinoamericano con el argentino Javier Milei y el salvadoreño Bukele que tienen como guía y modelo al presidente Trump.
Basta con recordar que Javier Milei antes de ser presidente denunciaba que pedir dinero prestado al Fondo Monetario Internacional es profundamente inmoral; la deuda es un impuesto futuro que pagan incluso personas que ni siquiera nacieron; y congruente como es, ya como presidente de Argentina, el pasado viernes firmó con el FMI una deuda por 20 mil millones de dólares que hundirá, aún más, a los argentinos, incluso a los que aún no nacen, para convertir a Argentina en el país más endeudado con el FMI.