Disuadir a Beijing
Respuesta: La nueva amenaza de Donald Trump de imponer un arancel adicional de 50 por ciento a China si ésta no deja de responder a su ofensiva comercial se topó con pared.
“No provocamos problemas ni nos intimidan. Presionar y amenazar no es la manera correcta de tratar con China”, respondió la potencia asiática luego que el presidente de Estados Unidos (EU) amagó con escalar las tarifas a las importaciones de ese país, y advirtió que “China está dispuesta a luchar hasta el final”. “China tomará medidas firmes para salvaguardar su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo”, destacó el gobierno chino en un posicionamiento frente al abuso arancelario por parte de EU, al que también calificó de acto típico de intimidación económica.
Esta respuesta viene luego que el presidente Trump usó su red, Truth Social, para atizar la guerra arancelaria: “Tras recibir un arancel adicional de 34 por ciento en el Día de la liberación de Trump, China contratacó con una tarifa equiparable a partir del 10 de abril”, dijo. En una declaración oficial, China, la segunda economía más grande del mundo acusó a EU de “explotar los aranceles para subvertir el orden económico y comercial internacional, anteponer los intereses estadunidenses al bien común de la comunidad internacional y promover sus ambiciones hegemónicas a costa de los intereses legítimos de todos los países”.
“Al tomar esta medida, EU desafía las leyes fundamentales de la economía y los principios del mercado, ignora los resultados alcanzados mediante las negociaciones comerciales multilaterales, ignora que EU se benefició sustancialmente del comercio internacional durante mucho tiempo y utiliza los aranceles como arma para ejercer la máxima presión en beneficio de sus intereses egoístas”, apuntó. “El desarrollo es un derecho inalienable de todos los países, no el privilegio exclusivo de uno solo, ¡El mundo debe abrazar la equidad y rechazar el hegemonismo!”, exhortó China en su comunicado. Agregó que “la narrativa de aranceles recíprocos y justicia impulsado por la administración de Trump sólo es un pretexto para imponer el principio de Estados Unidos primero, como parte de un acto típico de unilateralismo, proteccionismo e intimidación económica”.
Ahora Beijing: China se dijo comprometida a abrirse cada vez más al mundo, independientemente de los cambios en la situación internacional, al tiempo que sentenció: “La intimidación económica que traslada los riesgos a otros acabará siendo contraproducente. No hay ganadores en las guerras comerciales ni arancelarias”. Las primeras planas de los sitios digitales de noticias, siempre acompañados de gráficos alarmantes sobre las bolsas de valores, señalando que nunca antes un presidente provocó intencionalmente un desplome de los mercados financieros.
“Este es el shock comercial más grande de la historia”, comentó Paul Krugman, el economista Premio Nobel en entrevista con el New York Times. “Esta vez Trump es la enfermedad”, dijo. El siempre subordinado senador republicano Ted Cruz, expresó su preocupación por los efectos electorales de los aranceles al advertir que sus colegas republicanos en el Congreso arriesgan un baño de sangre para los republicanos en las elecciones intermedias legislativas en 2026, si los aranceles de Trump causan una recesión.
No es el único republicano, junto con sus colegas, sobre todo de los estados agrarios, que expresan su alarma y hasta buscan recuperar el poder histórico de la Legislatura que se perdió por las políticas comerciales de Trump y la imposición de aranceles. “Al imponer aranceles masivos y desproporcionados tanto a nuestros amigos como a nuestros enemigos, Trump lanza una guerra económica global contra todo el mundo a la vez. Estamos en el proceso de destruir la confianza en nuestro país como socio comercial, como un lugar para hacer negocios y como mercado donde invertir capital, y advirtió”.