Así lo dice La Mont

Un mundo colapsado

Una voz: La decisión del presidente Donald Trumpn debe retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, efectiva hasta 2026, ya representa un significativo retroceso en los esfuerzos internacionales para reducir las emisiones contaminantes.

Sus posiciones políticas generan incertidumbre sobre el compromiso futuro del país en materia climática, debilitando así la capacidad de las empresas para planificar estrategias sostenibles a largo plazo. Otro ejemplo tangible es la reacción de las empresas petroleras y automotrices así gigantes como Exxonmobil y General Motors moderan recientemente sus discursos sobre la sostenibilidad ambiental ante la amenaza de posibles represalias políticas o financieras.

La consecuencia inmediata es un clima de incertidumbre para inversionistas y consumidores preocupados por la ecología. Estos ataques frontales provocaron polarización, pero también movilizaron a numerosos sectores empresariales que consideran las iniciativas ambientales ESG como esenciales para la sostenibilidad económica, social y ambiental futura. Empresas tecnológicas como Apple y Microsoft mantienen públicamente sus compromisos a pesar de las presiones políticas de Trump, demostrando que existe resistencia en ciertos sectores empresariales ante la retórica anti-ESG promovida por Trump.

En definitiva, la postura de Donald Trump contra las iniciativas ESG, diversidad e inclusión, y políticas ambientales representa una amenaza no solo para el progreso de estas agendas en Estados Unidos, sino también para la cooperación global en asuntos cruciales como el cambio climático. La interrogante actual es si las empresas estadounidenses lograrán resistir la presión política para preservar su visión a largo plazo, o sucumbirán a las exigencias del entorno inmediato definido por Trump. Por ahora, el futuro empresarial estadounidense se debate entre el avance hacia la sostenibilidad y un retorno al conservadurismo más radical.

Entre otras cosas: El canciller Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard, de la secretaría de Economía, son dos de las piezas más importantes en el proceso de fortalecimiento de relaciones con otros países, tanto en materia política como comercial, y ahí todo indica que la relación entre México y China seguirá en ascenso en el largo plazo. Por un lado, no hay que olvidar que los bancos más grandes de China ya operan en México, atendiendo la demanda de dinero de las empresas chinas en México y que mantienen en crecimiento constante y contratando personal, dado el aumento de empresas asiáticas que buscan ser atendidas por sus pares y en donde su participación en el sector bancario sigue al alza.

En este tema, Deloitte, en el área de análisis económico, tienen claro que, a pesar de la presión de Estados Unidos para limitar la influencia de China en México, en el corto y mediano plazo, si bien tiene todo el sentido económico que México busque proteger la integración en Norteamérica y las industrias locales, en el largo plazo está claro que las relaciones con China crecerán. Una mayor diversificación económica es clave y es algo que el gobierno de Claudia Sheinbaum tiene claro, aunque la integración con Trump es completa y eso hace difícil que el panorama en el corto plazo cambie, aun cuando China ya es un socio comercial clave para México, con un crecimiento sostenido en las importaciones y una creciente inversión extranjera directa en México.

En el año 2000, solo el 1.7 por ciento de las importaciones mexicanas provenían de China, mientras que, en 2024, aumentó a 20.6 por ciento, consolidando a China como el segundo mayor proveedor de bienes para el país. En contraste, la participación de Estados Unidos en las importaciones mexicanas cayó del 73.1 por ciento en el 2000, a 40.3 por ciento en 2024.

Sensatez: aun cuando no se instala en la oficina principal de la embajada de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, ex militar de fuerzas especiales y veterano de la CIA, habló de la posibilidad de utilizar la fuerza militar de Estados Unidos en territorio mexicano contra los cárteles de la droga. Así inició su labor diplomática en México. Para México está descartada cualquier acción militar de Estados Unidos en territorio nacional contra cárteles mexicanos, subrayó la presidenta Claudia Sheinbaum, con ironía, rechazó la sugerencia del embajador Ronald Johnson, en su comparecencia ante el Senado en Washington, “no estamos de acuerdo.

Él dijo: Todo está sobre la mesa. Pues no, eso no está sobre la mesa, ni sobre la silla, ni sobre el piso, ni sobre ningún lado. Eso no.” Sheinbaum señaló que Trump, trata a México de manera respetuosa en las cuatro ocasiones en que conversaron por teléfono. Apuntó que desde las primeras reuniones en Washington sobre seguridad se estableció una serie de principios de colaboración y coordinación en inteligencia, investigación e intercambio de información, con respeto a las soberanías, pero a pesar de la discrepancia con la postura de Johnson, anticipó que existirá una buena relación con la embajada si lo ratifican en el cargo. Sheinbaum afirmó que su gobierno trabaja en la construcción de paz, y Estados Unidos también debe hacerlo, porque la distribución de enervantes en su territorio también es un delito. ¿Cómo disminuir el tráfico de droga en Estados Unidos? Es una tarea que les corresponde a ellos. Destacó la última declaración del secretario de Estado, Marco Rubio, sobre el tráfico de armas de Estados Unidos a México, en la que afirmó que emprenderán acciones para controlar el cruce ilegal a territorio nacional.

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