El Congreso del Trabajo, en el marco de su 59 aniversario, advirtió sobre los riesgos que enfrenta el sector automotriz en México ante las presiones arancelarias impuestas por Estados Unidos. Reyes Soberanis Moreno, presidente del organismo, alertó que estas medidas ya han generado una reducción del 30% en la mano de obra de algunas empresas y podrían afectar a millones de trabajadores.
Durante su toma de protesta para un nuevo periodo al frente del Congreso del Trabajo, Soberanis enfatizó que la imposición de aranceles al acero y aluminio impacta directamente la industria automotriz y de autopartes, un pilar clave para la economía nacional. «Tenemos datos de empresas que estaban en proceso de trasladar su producción a México y han detenido sus planes por la incertidumbre generada», afirmó.
El líder sindical destacó que las presiones para relocalizar plantas de producción en Estados Unidos representan una amenaza latente. «El sector automotriz es uno de los primeros en resentir estos cambios, y estamos viendo efectos concretos en reducción de contratos y empleos», señaló. Empresas proveedoras de autopartes también enfrentan dificultades debido a la incertidumbre comercial.
Ante este panorama, Soberanis hizo un llamado a fortalecer la defensa de los derechos laborales y garantizar que México siga siendo un destino atractivo para la inversión. «Debemos demostrar que nuestro país no solo ofrece mano de obra competitiva, sino altamente calificada y capaz de mantener estándares de calidad internacional», subrayó.
Además del impacto en la industria automotriz, el Congreso del Trabajo abordó temas como la inseguridad que afecta a los trabajadores en su traslado diario y la necesidad de reforzar medidas de protección laboral. También reiteró su respaldo a la reducción de la jornada laboral a 40 horas, aunque reconoció que su implementación debe ser gradual para no afectar a las pequeñas y medianas empresas.
El sindicalismo mexicano enfrenta un reto clave en los próximos años: defender los empleos ante los cambios en las políticas comerciales internacionales y garantizar condiciones laborales justas en un entorno económico desafiante.