Durante el debate sobre la reforma a la Ley de la Guardia Nacional, el diputado priista Carlos G. Mancilla lanzó duras acusaciones contra el gobierno de Morena, calificando la reforma como “la rendición total del Estado mexicano ante el crimen organizado” y un intento de controlar al pueblo, no de protegerlo.



Desde la Tribuna, Mancilla señaló con nombre y apellido a lo que llamó la “estructura del Cártel de Morena”, mencionando a figuras como Andrés López Beltrán, “narcojunior del régimen” implicado en presuntos actos de corrupción en Dos Bocas y el Tren Maya; Gonzalo López Beltrán, vinculado al Corredor Interoceánico; y Arturo Ávila, diputado y señalado como vendedor de armas, quien, según Mancilla, “comercia con la guerra, no promueve la paz”.
El legislador afirmó que Morena no busca una Guardia Nacional fuerte, sino una fuerza “sin controles y al servicio de intereses políticos”. Mancilla denunció abusos recientes de funcionarios oficialistas, como el senador Fernández Noroña obligando a un ciudadano a disculparse públicamente y el acoso en redes de Arturo Ávila contra una joven que denunció violencia institucional.
Con un tono crítico, Mancilla cuestionó:
“¿A quién le conviene que el país esté en llamas? A quienes venden armas, lucran con la violencia y se enriquecen con cada balazo”.
Para él, la reforma no combate la inseguridad, sino que la normaliza y la convierte en un negocio. Acusó a Morena de querer que la Guardia Nacional responda a ellos y no a la Constitución, llamando esta acción “traición al pueblo”.
En un cierre contundente, Mancilla advirtió:
“Los ciudadanos no olvidan. Y los traidores no solo perderán sus visas. Terminarán en la cárcel”.
El debate terminó con un incidente entre Mancilla y la diputada del Partido del Trabajo, Ana Karina Rojo Pimentel. Mancilla retó a la legisladora a demostrar que la empujó, como ella afirmó, y propuso revisar las cámaras de seguridad. Aseguró que, de comprobarse, renunciaría a su curul, pero que, si la acusación fuera falsa, la diputada debería renunciar. Videos mostraron que la diputada fue quien agredió primero, en un conato de bronca que encendió aún más la discusión.