El municipio de Tecámac celebra un aniversario más del “Día del Ferrocarrilero”, ya que en su territorio se desarrolló un importante tramo de vías férreas y como pocos ayuntamientos del país, albergaba dos estaciones, una de las cuales todavía permanece como un emblemático lugar.
En la actualidad por territorio tecamaquense corren los trenes que vienen de Veracruz a México y la transitan en la parte norte de la demarcación.
Para la presidenta municipal, Mariela Gutiérrez Escalante, es un orgullo el que todavía se conserve parte de la construcción de la histórica estación en el pueblo originario de San Lucas Xolox, que junto con la de Ojo de Agua formaron parte de este importante sistema de transporte.
La primera de ellas se edificó sobre el ramal a Honey por concesión número 93. La ley de 5 de junio de 1888 concedió al señor León Baldy la construcción de un ferrocarril entre Pachuca y Tampico pasando por el Real del Monte, Regla, Alcholoya, Apulco y Zacualtipan.
El antiguo Ferrocarril Central Mexicano adquirió los derechos de esta línea en 1902 y comenzó a dar servicio al público en 1903.
Otra Estación es la de Ojo de Agua, que formó parte de la línea H, kilómetro 30 e integró parte del trayecto del antiguo ferrocarril de Hidalgo y Nordeste, la cual estaba localizada dentro de los terrenos de la Hacienda, lo que volvió a Tecámac en un punto central para el comercio y el transporte.
La línea a la que perteneció la estación fue inaugurada el 2 de diciembre de 1890 con un recorrido que contó con la asistencia del presidente Porfirio Díaz Mori.
Esta estación dejó de existir por el avance de la zona urbana y son prácticamente nulos los vestigios de la misma. Se piensa que fue finalmente desmantelada a finales del siglo XX.