Por: Gilberto Solorza
Sanae Takaichi, de 64 años, asumió hoy el cargo de primera ministra de Japón. Fue elegida presidenta del Partido Liberal Democrático (PLD) y logró el respaldo parlamentario necesario.


Admiradora de Margaret Thatcher y protegida del fallecido exmandatario Shinzo Abe, llega al poder en un momento de fragilidad política y económica.
Su nombramiento representa un hecho histórico en una nación con baja representación femenina en política. Takaichi rompió un techo de cristal al liderar un país tradicionalmente dominado por hombres. Su perfil de línea dura genera expectativas y recelos en una sociedad dividida entre modernización y conservadurismo.
Trayectoria política
Nacida el 7 de marzo de 1961 en Nara, Sanae Takaichi inició su carrera política en 2005. Fue elegida miembro de la Cámara de Representantes por el PLD. Antes de la política, fue presentadora de noticias y baterista de heavy metal, una faceta distinta a su actual imagen de disciplina y firmeza.
Ocupó cargos clave como ministra de Asuntos Internos y Comunicaciones y ministra de Estado de Seguridad Económica entre 2022 y 2024. Impulsó la modernización de telecomunicaciones y políticas de seguridad económica. Recibió críticas por su oposición a reformas sociales y su pertenencia a la organización ultranacionalista Nippon Kaigi.
Tras dos intentos fallidos de liderar el PLD, en 2021 y 2024, ganó la presidencia del partido en 2025. Superó al reformista Shinjirō Koizumi y formó una coalición con el Partido de la Innovación de Japón. Consolidó su mayoría parlamentaria y aseguró su investidura como primera ministra.
Su carrera política refleja cercanía al legado de Shinzo Abe y la herencia de su red de apoyo conservador. Navegó con habilidad entre las facciones del PLD, conciliando intereses divergentes. Su ascenso simboliza un triunfo personal y fortalece una línea política de nacionalismo pragmático.
Además, su trayectoria muestra constancia en la búsqueda del poder, superando derrotas previas. Su historia ofrece un ejemplo de perseverancia en un sistema dominado por hombres. Se convierte en referente para la participación femenina y símbolo de transformación institucional.
Ideología y posibles actos de gobierno
Sanae Takaichi representa la corriente más conservadora del PLD. Su gobierno endurecerá la defensa frente a China y Corea del Norte. Podría revisar la Constitución pacifista para fortalecer las capacidades militares. En economía, promoverá reformas inspiradas en el “thatcherismo”: austeridad, liberalización y disciplina fiscal.
Sus posturas sociales generan controversia. Se opone al matrimonio igualitario, a la conservación del apellido de soltera y a la inmigración, pese a la crisis demográfica. Refuerza valores tradicionales y privilegia la soberanía nacional. Buscará estrechar la alianza estratégica con Estados Unidos y mantener firmeza ideológica.
A futuro, enfrentará presiones internas y externas para moderar su discurso. Su gobierno definirá si consolida el nacionalismo conservador japonés o transita hacia un modelo más autoritario. Su llegada redefine el panorama político y marca una nueva etapa histórica.
Su mandato estará bajo la mirada de inversores y líderes internacionales. Su capacidad para mantener alianzas y gestionar tensiones internas será clave. Determinará si logra un gobierno sólido y duradero o si los desafíos marcarán sus primeros años.