Por: Fernando Dávila
Un ambiente de incertidumbre permeó la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM este lunes, tras una amenaza de bomba que provocó la evacuación de sus instalaciones. La situación, descrita por una alumna como un «pánico colectivo», interrumpe el regreso a clases que la propia institución ha promovido en un comunicado.
La alerta se activó alrededor de las 7:45 de la mañana, cuando una estudiante encontró en un baño del edificio «A» una nota con la amenaza: «Encuentren la bomba que pusimos en uno de sus baños. nosotros no andamos con mamadas». La evacuación de la facultad se ordenó a las 8 a.m., siguiendo los protocolos de seguridad.
Sin embargo, entre la comunidad estudiantil, las opiniones se dividen. «Siento que todo es como un pánico colectivo, porque realmente no siento que haya una bomba», declaró Sofia, una de las alumnas entrevistadas, a pesar de reconocer que la evacuación es necesaria «por precaución».



La desconfianza no solo se centra en la veracidad de la amenaza, sino en sus posibles motivaciones. Alejandra, estudiante de antropología, teorizó que este no es un acto aislado, sino que «es un tema financiado por grupos choques» que buscan atentar contra la autonomía de la UNAM.
Esta percepción de un plan mayor se suma al escepticismo de otros, como Okelani estudiante de periodismo, quien considera que no hay una «convicción ideológica lo suficientemente fuerte» para tales actos y que se trata más bien de un fenómeno de imitación de atentados en colegios estadounidenses.
A pesar de la situación en FCPyS, la UNAM emitió un comunicado oficial horas después anunciando la reanudación de actividades en 39 de sus 45 planteles.
La secretaria General, Patricia Dávila Aranda, destacó el «trabajo colaborativo» y la implementación de nuevos protocolos de seguridad, como los detectores de metales y cámaras en el CCH-Sur tras el asesinato de un estudiante. Este contraste entre la realidad vivida en las facultades y el mensaje institucional subraya la complejidad de la crisis que enfrenta la máxima casa de estudios.
Hasta ahora, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales emitió un comunicado asegurando un «falso aviso» por lo que se descartó la amenaza de bomba en el plantel. Asimismo, las clases se reanudarán en el horario de las 15:00 horas lo que dejó una sensación de molestia entre los estudiantes.
La comunidad universitaria, mientras tanto, continúa dividida entre la genuina preocupación y la incredulidad ante una situación que ha escalado hasta el punto de afectar el día a día en Ciudad Universitaria.