Malhablados
Eduardo Meraz
Ante los innegables y abundantes hechos de corrupción inherentes al movimiento transformador, el interés por crucificar a los otros, culpando a quienes acuden al extranjero a exponer la situación de los mexicanos de hablar mal del país, es una reverenda mentira.
En realidad los políticos u hombres de negocios cuando salen fuera de las fronteras no hablan mal de nuestra nación ni de sus habitantes, como dice la versión oficial; en concreto se refieren al pésimo gobierno y autoridades, no solo por su enorme incapacidad para resolver problemas, sino también por su enciclopédica corrupción.
Este comportamiento bipolar del cuatroteísmo, es la principal habladuría localizada en el discurso oficialista; es decir, los malhablados son quienes mienten y engañan con cifras y datos estadísticos alejados de la realidad, a fin de presentar el mundo según el evangelio de la 4T.
Ejemplo de esta tergiversación, son los informes sobre desaparecidos y fallecidos en este país durante los casi siete años de los gobiernos de Morena. Según el ábaco del oficialismo, los crímenes dolosos disminuyeron entre enero y agosto de este año un 25 por ciento respecto del año anterior.
Pero ya encarrilada la habitante temporal de Palacio Nacional, se dio el lujo de comparar agosto de 2024, contra el mismo mes de este año y aseveró haber reducido los homicidios dolosos en 32 por ciento.
Y para evitar asociaciones, se abstienen de informar sobre el número de desaparecidos, homicidios culposos y muertos por otros delitos, rubros en donde los incrementos son también bastante significativos.
Si realizamos un ejercicio imaginario, si se suman los homicidios dolosos, con los culposos, los ubicados como otros delitos y los desaparecidos, resulta que no hay una disminución en el número de asesinatos, sino un mayor número de fallecidos.
Investigadores, especialistas y colectivos de familiares buscadores, resaltan que en lo que va de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, el número de desaparecidos, desde que se contabilizan, ascendió a 133 mil personas, casi 20 mil personas más a las que dejó el ex presidente López Obrador.
De acuerdo con estadísticas oficiales, durante el sexenio anterior, se duplicó la cantidad de desaparecidos existentes de manera previa, es decir, alrededor de 60 mil individuos. En tan solo 11 meses de la actual administración, este rubro se elevó en 20 mil personas; de mantenerse esta tendencia, el segundo piso también duplicará el número de desaparecidos de su antecesor.
Si a ello sumamos los más de 70 mil cuerpos sin identificar en instalaciones, podríamos aventurar que México se ha convertido en un cementerio gigantesco, no sólo camposantos registrados, sino los ubicados en parajes solitarios.
Así, entre morgues, fosas clandestinas y panteones, han quedado no sólo cuerpos, sino también sueños e ilusiones de muchos mexicanos, adolescentes y jóvenes sobre todo; son en realidad una generación perdida, sin que el tan cacareado combate a las causas haya dado resultados tangibles, sino que los convirtió en carne de cañón.
De esta manera podemos decir que los mal hablados no son quienes acuden al extranjero a exponer la situación inseguridad y violencia que se vive en el país, sino quienes tratan de engañarnos con cuentos de que las cosas van bien y vamos a estar mejor.
También debemos decir que el ocultamiento que se hace el mayor fraude de corrupción, el más alto en toda la historia del país -este sí verdaderamente histórico-, conocido como huachicol fiscal, en el cual personajes relevantes de la cuarta transformación son parte fundamental del entramado de esta gigantesca red de corrupción.
Otro ejercicio imaginativo, nos permitiría establecer equivalencias entre el despojo de la riqueza durante la Colonia, con la corrupción habida en los años en que Morena ha gobernado. Justificar con palabrería es en realidad, ser los auténticos mal hablados.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Al menos se han reconocido siete muertes relacionadas con el caso de huachicol fiscal en México; estas muertes incluyen ejecuciones, suicidios y accidentes sospechosos, todos vinculados directa o indirectamente con la red de contrabando de hidrocarburos: cuatro marinos, dos de la FGR y uno de Aduanas.