¿Quién es Anas al Sharif, el periodista palestino asesinado?


Por: Gilberto Solorza

«Este es mi testamento y mi mensaje final. Si estas palabras te llegan, significa que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz. […]»

Anas al Sharif, periodista palestino de 28 años y corresponsal de guerra para Al Jazeera, murió el 10 de agosto de 2025 en un bombardeo israelí que golpeó una carpa de prensa cerca del hospital Al-Shifa, en Gaza. El ataque también mató a otros colegas. Su muerte desató condenas internacionales y abrió un debate sobre la seguridad de la prensa en zonas de conflicto.

Su caso se convirtió en símbolo del periodismo bajo fuego. Gobiernos, ONG y organismos internacionales exigieron una investigación independiente. El asesinato reavivó la preocupación por la impunidad con la que se cometen crímenes contra comunicadores en conflictos armados.


Una vida dedicada a contar la guerra

Nació el 3 de diciembre de 1996 en el campamento de refugiados de Jabalia. Creció en medio de la violencia y la escasez. Desde joven decidió documentar lo que veía. Cubrió las consecuencias humanitarias del conflicto israelí-palestino con un estilo directo y sin filtros.

En 2024 formó parte del equipo que ganó el Premio Pulitzer de Fotografía de Noticias de Última Hora. Estaba casado con Bayan Khalid y tenía dos hijos: Sham y Salah. Antes de morir, dejó una carta para su familia. Les pidió que mantuvieran viva la verdad sobre Gaza y que no permitieran que el mundo olvidara su sufrimiento.

Sus colegas lo describen como un periodista incansable, dispuesto a llegar donde otros no se atrevían. Su cobertura no solo mostraba el horror de la guerra, sino también momentos de resiliencia en medio de la destrucción. Su cámara y su voz se convirtieron en herramientas para desafiar el silencio.


Un ataque que desató la controversia

Israel acusó a Al Sharif de pertenecer a Hamás y de operar como parte de una célula terrorista. Al Jazeera y organizaciones de derechos humanos rechazaron esas afirmaciones. Alegaron que no existían pruebas y que se trataba de un intento de justificar la eliminación de periodistas.

Las acusaciones aumentaron la tensión. Israel suele desacreditar denuncias de violaciones al derecho internacional humanitario acusando a los críticos de antisemitismo o de vínculos con el terrorismo. Organizaciones internacionales ven en ello un patrón para deslegitimar a la prensa independiente y ocultar abusos.

La muerte de Al Sharif no fue un hecho aislado. En los últimos meses, varios periodistas palestinos murieron en circunstancias similares. La ONU ha documentado ataques contra comunicadores en zonas claramente marcadas como prensa. Cada incidente refuerza las denuncias de que la prensa se ha convertido en objetivo.


Periodismo bajo fuego

En Gaza, informar se ha convertido en un acto de alto riesgo. Los ataques contra reporteros claramente identificados violan el derecho internacional humanitario. Este reconoce a los periodistas como civiles y exige su protección durante los conflictos.

Asesinar deliberadamente a periodistas es un crimen de guerra. Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras han exigido una investigación independiente ante la Corte Penal Internacional. También han documentado un patrón de ataques similares en Gaza y Líbano.

«Alá sabe que di todo mi esfuerzo y toda mi fuerza para ser un apoyo y una voz para mi pueblo, desde que abrí los ojos a la vida en los callejones y calles del campo de refugiados de Jabalia. Mi esperanza era que Alá prolongara mi vida para poder volver con mi familia y seres queridos a nuestro pueblo original de la ocupada Ascalón (Al-Majdal). Pero la voluntad de Alá vino primero, y Su decreto es definitivo. He vivido el dolor en todos sus detalles, he probado el sufrimiento y la pérdida muchas veces, pero nunca dudé en transmitir la verdad tal cual es, sin distorsión ni falsificación, para que Alá sea testigo contra quienes guardaron silencio, contra quienes aceptaron nuestra matanza, contra quienes ahogaron nuestro aliento y cuyos corazones no se conmovieron ante los restos esparcidos de nuestros niños y mujeres, sin hacer nada para detener la masacre que ha enfrentado nuestro pueblo por más de un año y medio.»

Con este mensaje, publicado en su última entrada en la red X —antes Twitter—, Al Sharif dejó testimonio de su compromiso y de su fe. Sus palabras resumen la vida de un periodista que eligió contar la verdad, aunque supiera que podía costarle la vida.

Noticias relacionadas

MÁS NOTICIAS