Por: Fernando Dávila
La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM enfrenta señalamientos por presuntas irregularidades en el Concurso de Oposición Abierto (COA), el mecanismo que asigna plazas de profesor de tiempo completo. Varios docentes denuncian que la institución los excluyó del aula sin ofrecer explicaciones oficiales.


Uno de los casos más visibles es el del profesor Mario Zaragoza, académico de la carrera de Ciencias de la Comunicación, quien denunció públicamente la falta de transparencia en el proceso de evaluación al que se sometió en 2023 para conservar su plaza de profesor asociado “C” de tiempo completo, que ejercía desde 2018. Aunque la UNAM no lo destituyó formalmente, dejó de asignarle clases para el semestre siguiente.
“No es un caso aislado… muestra síntomas de un problema estructural”, afirmó Zaragoza, aludiendo a otras situaciones como la de Paula Mónaco Felipe. La periodista, con más de 20 años de trayectoria, denunció en redes que la FCPyS le retiró la materia de Periodismo Interpretativo sin previo aviso ni explicación.
Zaragoza asegura que el proceso estuvo plagado de irregularidades: la Comisión Dictaminadora operó de forma incompleta, omitió las rúbricas oficiales y violó el Estatuto del Personal Académico. Recibió calificaciones inusualmente bajas, mientras que el perfil seleccionado obtuvo notas más altas sin justificación clara.
Aunque el Consejo Técnico de la Facultad expresó objeciones ante esas fallas, las autoridades no corrigieron ni revisaron las evaluaciones. La situación desató acusaciones sobre una posible red de complicidades dentro de la facultad, presuntamente heredada de administraciones anteriores.
El caso también provocó malestar entre estudiantes, quienes manifestaron su inconformidad ante lo que consideran una falta de institucionalidad por parte de la UNAM. Afirman que la salida de docentes comprometidos, como Zaragoza, deteriora la calidad del aprendizaje, sobre todo cuando, según relatan, otros profesores muestran desinterés por enseñar.
Actualmente, la Comisión Mixta de la UNAM analiza el caso y se espera una resolución. “Yo sé que hay más casos en la Facultad, pero el miedo permea; nadie se quiere quedar sin trabajo”, concluyó Zaragoza, con más de 19 años de trayectoria docente.