Por: Fernando Dávila
Ante la crisis que enfrenta el teatro en México, Luis Fernando Peña y Nailea Norvind, compañeros en la obra Los últimos días de Judas Iscariote, coincidieron en que, aunque las pantallas dominan el entretenimiento, el público busca nuevamente el contacto humano que sólo el escenario ofrece.





El valor del contacto humano
“Después de la pandemia vimos una sed por volver al teatro”, subrayó Norvind, destacando la importancia de la voz, la mirada y la presencia física de los actores. Por su parte, Peña, conocido por su papel de Ulises en Amarte duele, añadió que la situación del teatro nacional sigue siendo compleja, pero que montajes como este buscan dejar una reflexión en el espectador más allá del entretenimiento.
Una obra de humor negro y fe
La pieza del dramaturgo neoyorquino Stephen Adly Guirgis propone salirse del guion religioso, Judas Iscariote se encuentra en un juicio en el purgatorio para cuestionar la culpa y la posibilidad de redención. El humor negro prevalece en la adaptación de Marco Vieyra y personajes como Freud, la Madre Teresa o Poncio Pilato, la obra traslada un conflicto universal a un escenario contemporáneo.
El elenco diverso por el que se apostó
La producción reúne a 12 intérpretes que encarnan 19 personajes. Entre ellos Sebastián Silveti como Judas, Nailea Norvind como madre de Judas, Francisco Rubio el Fiscal Fyomi y Luis Fernando Peña como Santo Tomás. La propuesta retoma el formato original del autor, donde cada actor alterna varios roles a lo largo de la función.
Primera vez en el telón mexicano
El director Marco Vieyra explicó que esta es la primera vez que se presenta en México «Los últimos días de Judas Iscariote», buscando humanizar a Judas y explorar el sentimiento de culpa desde los personajes hasta a los propios actores. Además, se incluyó la diversidad con los tonos de piel, edades y trayectorias en el elenco para reflejar la pluralidad de la Ciudad de México.
Fechas y detalles de la temporada
Los últimos días de Judas Iscariote se presentará del 16 al 31 de agosto en el Teatro Helénico, con funciones los viernes a las 20:00 h, sábados a las 19:00 h y domingos a las 18:00 h. Los boletos tienen un costo de $720 y $504 en planta baja y $360 en planta alta.
El compromiso de los actores
Luis Fernando Peña resumió el reto de llevar al público de vuelta a las salas: “El teatro en general es complicado, sea comedia, musical o experimental. Pero obras como esta te dejan algo: empiezan cuando terminan, te vas a casa y sigues hablando de ellas”.