Por Giovanna Montero
Pues resulta que es algo común, más de lo que imaginamos, ya sea por personajes de películas, series o libros, pues sabemos que el erotismo y el amor vende, entonces a este personaje deseable, se le atribuyen todas las características necesarias para que se vuelva irresistible.



“Estar con un personaje de ficción puede parecer es más sencillo porque no se genera ningún lazo emocional” afirmó Andrea Maza, la cual es una psicologa clínica, y es que tiene razón, es más fácil enamorarte de alguien de ficción que parece relativamente perfecto o con atributos deseables para las personas, como un buen corazón, amabilidad, romance, atractivo, interés genuino por la protagonista y demás características, y tenemos ejemplos muy claros como Edward Cullen en “Crepúsculo”, Gilbert Blythe en “Anne with e”, Jack Ross en “Antes de diciembre” o Peeta Mellark en “Los juegos del hambre”.
Eso por decir algunos ejemplos, sobre todo este efecto se produce en mayor medida con los libros, pues los lectores dejan volar su imaginación, crean los escenarios en su mente, y construyen a su hombre o mujer ideal, con todas las características que les gustaría que tuviera esa persona.
Luego se desilusionan al no encontrar eso en la vida real y prefieren quedarse con sus personajes ficticios, pues se encuentran en una zona de confort y complican su búsqueda del amor, pues cuando hay un vínculo, ambas partes deben hacer acuerdos, platicar y adaptarse a las nuevas realidades. Cosa que en la ficción no ocurre, por lo que idealizan a estos personajes y sus relaciones, y generan disgustos en las personas.
Las personas se imaginan un amor de “película” donde todo ocurre como debería y hay un final feliz, pero en realidad eso no ocurre, y las personas terminan desilusionándose del amor por no encontrar eso mismo que leyeron o vieron en su pantalla. Y aunque si ocurre, debemos entender que no va a haber personas tan “perfectas” como nos lo muestran, porque nos quieren vender esa idea, es verdad que no sucede así, existen relaciones que se alimentan de la conexión diaria y del amor, nada sucede porque sí, ni se obtiene un felices para siempre, sino un problemas y soluciones.