Personas físicas y morales
Plazos: Hasta el 1 de septiembre, cuando entren los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que encabezará Hugo Aguilar, se conocerá oficialmente cómo y cuándo se irán resolviendo los principales casos de personas físicas y morales que tienen juicios en contra del SAT en la Corte.
Y es que, la semana pasada, la ministra Lenia Batres, que fue la segunda más votada en las pasadas elecciones, no se presentó a la discusión de uno de los temas fiscales más ventilados en medios en los últimos años, con lo cual no se logró el quórum y con ello, la empresa Pegaso, que busca poder deducir 4 mil 442 millones de pesos, ya que alega que fue durante el proceso de fusión con otra similar, y que proponía el ministro saliente Javier Laynes que se desechara el tema, seguirá esperando una respuesta. Ahora, Batres propondrá que todos los asuntos fiscales se voten en el pleno de la Corte y no en las salas, ya que alega que los actuales ministros están por salir, lo que puede significar que los temas no se revisen y sean vistos por la nueva Corte,
¿Cuándo? Eso es incierto, por lo pronto, encabezados por Hugo Aguilar, los nuevos ministros designados por “voto popular”, como Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz, María Estela Ríos, Giovanni Figueroa, Irving Espinosa, Arístides Guerrero y Sara Herrerías tendrían que decidir sobre los 49 asuntos pendientes que hoy están registrados, en los que personas físicas o morales pelean el pago de impuestos al SAT, pero que lograron llevar su caso a la Corte en busca de una solución final que les permita no pagar. De los 49 asuntos por resolver, únicamente 12 fueron asignados a ponencias, y como ya anticipó la ministra Batres, pedirán que se discutan en el pleno y públicamente, los asuntos ya asignados y que de llegar a ese acuerdo este martes, o bien, que no se presenten, para que sean los nuevos juzgadores quienes los revisen. Entre los asuntos ya turnados a la Segunda Sala, anote a la Controladora General Motors, American United Packing, Aeroservicios Especializados, Primero Empresa Minera, Grupo Elektra, Mallalux, y casos de personas físicas como el de Julia Mendoza Cruz y Raúl Grappin Crespo.
Y en asuntos relacionados con un crédito fiscal, además de Pegaso, anote el caso de la empresa Gigante Verde y de la persona física Aristeo Guzmán. Y en los asuntos que no fueron turnados, son una lista larga, como el caso de la exlíder magisterial, Elba Esther Gordillo, pero también están empresas como Alfa Proveedores y Contratistas Arcelormittal México.
Entre otras cosas: Nadie sabe cuál será el efecto económico del involucramiento de EU en la guerra con Irán. Aún es pronto para saberlo. Probablemente veamos en qué medida el miedo impacta en el comportamiento de los precios del petróleo y de los mercados bursátiles, por lo pronto, ya pueden verse caídas de las acciones, incremento en el precio del crudo y fortalecimiento del dólar frente al peso. Pero, la profundidad del impacto es aún incierta, porque el juego aún no concluye. Las represalias del gobierno de Irán antes del llamado Cese al Fuego se limitaron al lanzamiento de misiles en contra de objetivos en Israel.
Sin embargo, el parlamento de Irán solicitó al gobierno contemplar un eventual cierre del estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico, lo que debió trastornar severamente el tránsito de crudo y seguramente un incremento notable de los precios del petróleo. La República Islámica no está en una posición en la que acepte rendirse como previamente lo exigió EU. Una de ellas es mediante el bloqueo del comercio de petróleo y otros productos. No debe descartarse además una nueva acción del gobierno de EU, pues no hay certeza de que las instalaciones nucleares de Irán fueran inhabilitadas y hay versiones de que días atrás el uranio enriquecido fue movido a otros sitios. La gran incógnita de los próximos días no solo es la magnitud de las represalias, sino el grado de escalamiento del conflicto bajo el denominado Cease Fire.
Si EU responde a cualquier nuevo acto hostil de Irán con una segunda ofensiva, podríamos estar frente a un conflicto prolongado con efectos de segundo y tercer orden para la economía mundial. El primer afectado será el petróleo. Cualquier interrupción parcial o total del flujo a través del estrecho de Ormuz alterará los precios internacionales. Hay estimaciones que advierten que el crudo Brent podría alcanzar los 130 dólares por barril si se concreta el cierre del estrecho. Con ello vendría un encarecimiento de la energía en todo el mundo. Europa, aún en recuperación tras los efectos prolongados de la guerra en Ucrania, sería particularmente vulnerable. Y aunque Estados Unidos logró avanzar en su autosuficiencia energética, los precios internos también resentirían la presión externa.