El regreso de Salvador Cienfuegos a la Marcha de la Lealtad


Por: Gilberto Solorza

Cada 9 de febrero, la Ciudad de México se viste de gala para conmemorar la Marcha de la Lealtad, un evento histórico que recuerda el recorrido que el presidente Francisco I. Madero hizo del Castillo de Chapultepec al Palacio Nacional, escoltado por cadetes del Heroico Colegio Militar.

Este año, en el marco del 112 aniversario de dicha marcha, un personaje inesperado resurgió en el ámbito público: el ex secretario de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda.

¿Quién es Salvador Cienfuegos?

Originario de la Ciudad de México, Salvador Cienfuegos fue secretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Además de su cargo en el gabinete, desempeñó funciones como agregado militar y aéreo en las embajadas mexicanas en países como Japón y Corea del Sur. Tras su retiro, Cienfuegos volvió a ser noticia en octubre de 2020, cuando fue arrestado en Los Ángeles por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), acusado de presuntos vínculos con el crimen organizado, una investigación impulsada por la Corte de Nueva York, la misma que enjuiciaba a Genaro García Luna. Su detención fue todo un acontecimiento, ya que se trataba del militar de mayor rango detenido en la historia de México.

Sin embargo, Cienfuegos fue liberado en noviembre de 2020, tras una decisión de la Corte estadounidense, y posteriormente regresó a México, donde fue exonerado de todos los cargos en su contra. Esta liberación y el regreso a México desataron una fuerte polémica, evidenciando las tensiones entre las autoridades de ambos países, y generando un debate sobre las relaciones entre Estados Unidos y México, así como sobre el nivel de complicidad de figuras del gobierno mexicano con el crimen organizado.

La controversia de su regreso al ámbito público

La presencia de Cienfuegos en el desfile del 9 de febrero, celebrado en un contexto donde se rinde homenaje a la lealtad y el patriotismo, ha levantado múltiples cuestionamientos. En un país donde la confianza en las instituciones de seguridad sigue siendo una preocupación central para la ciudadanía, la figura de Cienfuegos ha dividido opiniones. Para algunos, representa un símbolo de lealtad y compromiso con las Fuerzas Armadas; para otros, su regreso es interpretado como una burla a las demandas de justicia.

Este año, la Marcha de la Lealtad adquirió una dimensión particular al poner a Cienfuegos en el centro del debate. Su inclusión en este evento, respaldada por la administración de Claudia Sheinbaum, subraya la constante influencia del ejército en la política mexicana, lo que genera inquietudes sobre el impacto de este tipo de gestos en la percepción de la democracia en México y las luchas contra la corrupción y la impunidad.

La presencia de Cienfuegos, en un desfile que simboliza el vínculo entre el poder militar y el gobierno, invita a reflexionar sobre el significado de la lealtad en un contexto de divisiones políticas y sociales. A medida que la figura de Cienfuegos se mantiene en el ojo público, las preguntas sobre el futuro de la relación entre el ejército, la política y la sociedad mexicana continúan siendo una preocupación creciente.

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