Ante la incertidumbre generada por las declaraciones de Donald Trump sobre la imposición de un arancel del 25% a todos los productos provenientes de México, el empresariado mexicano debe actuar con mesura, unidad y una estrategia sólida, afirmó José Ignacio Zaragoza, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo.
Para el líder aduanal, la clave no está en la alarma, sino en el fortalecimiento de las capacidades logísticas, la consolidación del nearshoring y la confianza en que el pragmatismo económico prevalecerá en Estados Unidos.
El titular de la asociación aduanal más grande del país, con 236 socios y responsable del 40% de las operaciones del T-MEC entre México y Estados Unidos, aseguró en su más reciente visita a la capital que la clave está en la paciencia y la estrategia. «El corto plazo no cambiará. Los principales afectados por cualquier arancel serán los votantes de Trump. En el mediano plazo habrá ajustes, pero en este momento lo que se necesita es unidad, resiliencia y preparación para lo que viene», sostuvo Zaragoza.
La aduana de Nuevo Laredo, con un promedio de 16 mil operaciones diarias y una recaudación de 200 mil millones de pesos en 2024, es el epicentro del comercio exterior con Estados Unidos. Sectores como el automotriz y la industria maquiladora lideran estas operaciones, reforzando la interdependencia entre ambas naciones.
«Trump no se disparará en el pie. La imposición de aranceles afectará a sus aliados y votantes. Además, el T-MEC, que él mismo negoció, será revisado en 2026, y es ahí donde debemos enfocar nuestras estrategias porque la relocalización de empresas sigue siendo una ventaja competitiva para México», subrayó Zaragoza.
El líder aduanal explicó que la estrategia de negociación de Estados Unidos se centra en temas como la migración y el control del fentanilo, mientras que para México la prioridad es el control del flujo de armas. «Estados Unidos es el principal productor de armamento a nivel mundial. Estos temas serán cruciales en las próximas negociaciones del T-MEC», agregó.
Nuevo Laredo es un punto de conexión clave para la industria automotriz y la manufactura maquiladora, sectores que concentran el 80% del comercio que cruza por esta aduana. Con el auge del nearshoring y la relocalización de empresas, México se consolida como un socio estratégico de Estados Unidos, lo que refuerza la estabilidad del intercambio comercial.
«Las empresas norteamericanas tienen grandes intereses en México, lo que hace poco probable un rompimiento comercial. Somos aliados estratégicos y este vínculo seguirá fortaleciéndose», aseguró Zaragoza.
El experto en comercio exterior enfatizó que el empresariado mexicano debe cerrar filas, fortalecer su compromiso con la presidenta y trabajar en conjunto para mantener la estabilidad del comercio exterior. «La clave es prepararnos y reorganizar nuestras cadenas de suministro. No debemos caer en alarmismos, sino enfocarnos en la planeación y adaptabilidad», afirmó Zaragoza.
Con 15 años de experiencia en el sector y al frente de Grupo Aduanal Zaragoza, el presidente de la AAANL reafirmó su compromiso con el desarrollo del comercio exterior de México y la defensa de los intereses de los agentes aduanales que facilitan el flujo de mercancías entre ambas naciones.