Dr. Rafael Vela Martínez
Veracruz de Ignacio de la Llave es el onceavo estado con mayor extensión territorial de los Estados Unidos Mexicanos. Debido a su extensión y forma geográfica, preserva dentro de él una gran riqueza no solo económica, sino también una amplia biodiversidad, una rica cultura llena de costumbres y tradiciones además de poseer uno de los principales puertos del país.
Aún con todas estas características, Veracruz registra el 51.7 por ciento de su población en condición de pobreza. Si se considera que la población de Veracruz al año 2023 es de 8 millones 62 mil 579 personas, significa que 4 millones 244 mil personas, se encuentra en situación de pobreza. Algo muy grave es que el 13.1% de los veracruzanos se encuentran en Pobreza Extrema; es decir, hay más de 1 millón 56 mil veracruzanos en esta condición y ocupa el cuarto lugar nacional en esta circunstancia.
Esta información seguramente es muy preocupante para el nuevo gobierno, pues con base en el principio de la Causación Circular Acumulativa, es más probable que se incremente la pobreza y la pobreza extrema, a que por si sola se reduzcan, a menos que se incorporen políticas públicas que capitalicen el punto de inflexión del cambio de gobierno, y se diseñen e implementen acciones estructurales que propicien una inercia en sentido contrario: hacia el crecimiento económico, mayor competitividad, mejores ingresos para los trabajadores, mayor empleo.
Ciertamente los programas asistenciales han reducido el número de pobres a nivel nacional, sin embargo, si se suspende el dinero que se les entrega a estas personas, inmediatamente se dispararía la pobreza, pues no es una estrategia sostenible para erradicar la pobreza. Una discusión en la aplicación de estos programas es la focalización individual de la pobreza y la perspectiva territorial; de hecho, los programas asistenciales se aplican en su gran mayoría desde una perspectiva focalizada, perdiendo de vista el entorno regional, que es su condicionante inmediato. La focalización individual resulta útil cuando se trata de contar a los pobres; no obstante, esto no permite dimensionar ni superar la pobreza.
Hacia donde se tiene que centrar la atención es hacia las causas que propician la pobreza. Abordar el estudio de la pobreza desde los sistemas de ciudades es poco común; aun cuando la pobreza es un fenómeno multidimensional, generalmente se aborda desde el ámbito de la educación, la salud, el ingreso o la capacitación para el trabajo, y es poco recurrente hacerlo desde los microsistemas urbanos, urbano-rurales o rurales; sin embargo, para el caso de Veracruz, es crucial hacerlo desde una perspectiva espacial, es decir, tener presente al territorio donde se localizan los más pobres, justamente por ello resulta muy útil la investigación “Sistema de Ciudades de Veracruz: crecimiento económico y combate a la pobreza”, pues ahí se establece por medio de un análisis profundo y exhaustivo, estrategias para fomentar el desarrollo utilizando las teorías vigentes del desarrollo regional. Esta obra está disponible de forma gratuita en www.enfoqueveracruz.org
Este análisis, lejos de ser solamente una fotografía del presente, abre las puertas para explorar los hechos del pasado y definir desde un punto de vista histórico, cuales son las estrategias necesarias para generar crecimiento económico, desarrollo humano y crear ciclos virtuosos para la población, integración funcional intermunicipal y consolidación de los 17 microsistemas urbano-rurales que han sido identificados. En este trabajo, con base en el modelo de Atracción Gravitacional, no solo se determinaron los sistemas y subsistemas de ciudades, sino además se logra conocer los Índices de Accesibilidad y el de Perificidad para cada microsistema y con ello conocer la carencia de infraestructura, conectividad e integración funcional intermunicipal.
Calcular los Índices de Perificidad y de Accesibilidad es un método para analizar la producción, la población o el empleo con relación a la infraestructura de transporte carretero. El Índice de Perificidad permite revisar la dotación de factores, considerando las desigualdades espaciales de las microrregiones; además, se emplea como medida de integración regional. La accesibilidad se representa por la distancia que separa a los municipios de su nodo urbano principal, todos ellos integrados en cada uno de los microsistemas. Veamos algunos resultados: el microsistema Xalapa- Coatepec- Banderilla-Xico registra un Índice de Accesibilidad de 0.00043 km/hab., lo cual indica que existe una disponibilidad de 43 cm de carretera por habitante; el Índice de Accesibilidad del microsistema Veracruz-Boca del Río, es 27 cm de carretera por habitante; para el microsistema Orizaba -Río Blanco -Nogales -Camerino Z. Mendoza, Índice de Accesibilidad indica una disponibilidad de 26 cm de carretera por habitante; para el microsistema Coatzacoalcos- Agua Dulce -Nanchital -Las Choapas, el Índice de Accesibilidad indica una disponibilidad de 72 cm de carretera por habitante. Ahora bien en los países en desarrollo el Índice de Accesibilidad varía de 100 a 150 cm/hab (entre metro y metro y medio) y en los países desarrollados es superior a los 5 metros por habitante.
Con base en esta información elemental, el nuevo gobierno desde sus Secretarías de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), así como la de Desarrollo Económico y Portuario (SEDECOP) podría definir la construcción de carreteras estratégicas para detonar el crecimiento económico y empleo en los microsistemas de Veracruz. Esto evidentemente ningún Gobierno de Veracruz lo ha llevado a cabo. Si esto se hiciera con la nueva administración, seguramente los resultados positivos serían inmediatos. Pero bueno, hay muchos más indicadores urbanos que pueden potenciar una dinámica económica mayor, porque dan cuenta de las graves limitaciones en infraestructura que existen en las ciudades de Veracruz; tan solo a nivel de ejemplo veamos las carencias tan graves en infraestructura que existe en la capital del estado: Xalapa.
El Índice de Vialidades Internas Primarias (IVIP), que son las avenidas o calles de rápida movilidad interna de cada ciudad, para el caso de Xalapa es de 11.8 centímetros por vehículo (carro, camión, camioneta, tráiler, camiones de volteo, etc.). En este cálculo se consideraron las avenidas Rafael Murillo Vidal, Orizaba, Xalapa, Américas, 20 de Noviembre, Adolfo Ruiz Cortines, Lázaro Cárdenas y Circuito Presidentes, las cuales suman poco más de 26 Km de vialidades internas, y si se considera que todos los días en esta ciudad circulan 215,807 vehículos, entonces entendemos porque somos una de las ciudades del continente más congestionada, lo cual baja la calidad de vida de sus habitantes e incrementa un ambiente de estrés con el consecuente daño a la salud .
Pero incluso veamos algo también muy delicado que es la infraestructura para el deporte para personas entre 6 y 30 años de edad: existen más de 10,130 jóvenes por cada cancha de basquetbol; 2,501 jóvenes por cada cancha de futbol; 67,534 jóvenes por cada cancha de beisbol; 50,650 xalapeños, de las mismas edades, por cada pista de atletismo, por citar algunos ejemplos, para que también quede constancia del desinterés de quienes han estado al frente de las administraciones municipales en la capital del estado: un desprecio por el deporte y la juventud. Con esta información ahora se entiende porque se ha disparado la inseguridad en la capital veracruzana. Y esto es solo para Xalapa, si se hace el mismo ejercicio para las 9 ciudades medias y 19 intermedias de la entidad, el resultado es muy similar, de tal suerte que es la herencia de los malos gobiernos que han dejado a las nuevas generaciones de veracruzanos.
