Dr. Rafael Vela Martínez.
Veracruz ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en la aportación de riqueza al Producto Interno Bruto (PIB) Agropecuario Nacional; sin embargo, enfrenta una severa crisis agrícola alimentaria, este escenario pauperiza gravemente a los veracruzanos tanto del área rural como a la urbana. Cuando cualquier persona llega a saber que Veracruz preserva más de 107 cultivos, podría pensar que hay una gran bonanza en el campo; sin embargo, solo hay 4 cultivos comerciales, medianamente rentables: caña de azúcar, café, limón persa, naranja y solo en temporada algunos frutales como el mango y la piña. Paradójicamente el maíz se siembra en los 212 municipios, pero la producción máxima llega a 9,281 toneladas; no obstante, el consumo potencial estimado es de 2 millones 702 mil 576 toneladas; esto significa que año con año tenemos que comprar del exterior más de 2 millones 74 mil toneladas para satisfacer el consumo de los veracruzanos.
Pero vayamos a conocer las consecuencias que trae consigo el abandono del sector agrícola de la entidad. En el caso de los trabajadores del campo, el hecho de que Veracruz se haya especializado en 4 cultivos ya señalados ha desplazado hacia la pobreza a los productores que no se dedican a esta producción, incluso lo más grave es al abandono de sus tierras. Hoy en día el promedio de edad de los agricultores de la entidad es de 62 años, muchos de ellos analfabetas y, los que, si saben leer, tienen en promedio de menos de cuatro años de primaria.
La situación en el campo veracruzano es compleja y catastrófica; en principio porque el hecho de que muchos productores siembran caña de azúcar no les garantiza una condición económica solvente, ya que sus niveles de productividad varía de distrito a distrito y de municipio a municipio; los rendimiento internacionales son de 110 toneladas por hectárea, y en la entidad muy pocos apenas si logran 62 toneladas, son contados los productores que rebasan este nivel de productividad; una gran mayoría anda alrededor de las 50 toneladas y hay muchos que incluso logran solamente 40 toneladas, pero tienen que sembrarla porque es lo único que les garantiza que alguien les va a comprar su producción, que en este caso son los ingenios azucareros. Si estos agricultores no siembran la caña de azúcar, pues no pueden sobrevivir del campo, ya que no existe un asistencia técnica, innovación tecnológica aplicada, apoyo crediticio y sobre todo, no hay un sistema de acopio y distribución de los productos veracruzanos.
Toda esta información sobre el campo en la entidad, se va a poder conocer de manera más profunda y a detalle, en la publicación del ATLAS AGRÍCOLA VERACRUZANO 1960-2022, cuya investigación que le soporta recientemente acabamos de concluir y que será publicado por la Universidad Veracruzana (UV), sino corremos la suerte de que nos bloquee la autoridad, por aquello de que frecuentemente señalamos sus errores, falta de un proyecto académico y ausencia de vinculación efectiva con el sector productivo, así como carencia de desarrollo tecnológico para hacer del campo veracruzano el granero de la nación.
Este Atlas contiene información de todos los cultivos de la entidad desde 1960 hasta la actualidad, con base en las variables tradicionales de estudio: superficie sembrada, superficie cosechada, volumen, valor, precio, rendimientos físicos y rendimientos monetarios: esto a nivel de los 212 municipios; también proveerá información a nivel de distritos y para toda la entidad; de igual forma se podrán conocer los niveles de especialización y rentabilidad por cultivo y municipios, y algo muy importante, las Balanzas Alimentarias, que prácticamente en todas es deficitaria, salvo en los cultivos comerciales.
Es claro que la escases de productores agrícolas, debido al abandono del campo por parte de los gobiernos estatal y federal, como se ha señalado, los que quedan en promedio ya son de edad avanzada; por ello es que se diseñó una estrategia para crear una generación de empresarios agrícolas, con base en la información de la obra NICHOS DE INVERSIÓN AGROPECUARIA, y considerando la participación directa de la Universidad Veracruzana (UV) y el sistema de Tecnológicos del estado. Esta estrategia se construyó con base en investigaciones científicas de varios años de intenso trabajo y tardamos más de 6 meses en integrarla, pero cuando el gobernador Cuitláhuac se enteró de que un servidor estaba al frente del equipo de investigadores, que incluso no estábamos cobrando, le ganó la soberbia y no permitió que uno de los críticos de este mal gobierno les orientara en la recuperación del sector agrícola veracruzano, situación que sorprendió a mismos académicos de los tecnológicos y pues el Rector de la UV ni siquiera se enteró, pues estas cosas al parecer no le parecen relevantes.
Pero más allá de ello, lo cierto es que debido a la crisis agrícola los precios de los productos que pagan los veracruzanos son muy altos, pues estos productos alimentarios que consumimos en la entidad, provienen en su gran mayoría de otras entidades, por lo que ya traen incorporado un sobre precio por transporte, intermediarios y cuota del crimen organizado; evidentemente esto genera una grave pérdida de poder adquisitivo de las familias veracruzanas, pues pagar este sobreprecio de cultivos que se podrían producir en la entidad afecta el bolsillo de todas las clases sociales, impactando en mayor grado a los más pobres.
Solo para complementar la idea de la crisis agrícola alimentaria de Veracruz, basta conocer la siguiente información, además del Maíz que al inicio del texto se informó: el arroz palay, se produce en la entidad 2 mil 698 toneladas y el consumo potencial es de 81 mil 432 toneladas, lo que significa que año con año compramos del exterior 78 mil 733 toneladas, cuando hace varias décadas éramos superavitarios a tal grado que les vendíamos arroz a los chinos; de frijol, que se produce en casi todo los municipios de la entidad, producimos 9 mil 281 toneladas y el consumo potencial es 61 mil 275 toneladas, lo que significa una compra anual del exterior de 51 mil 994 toneladas, por referirme a alguna información de alta relevancia que contiene el ATLAS AGRÍCOLA DE VERACRUZ 1960-2022, próximo a publicar, insisto, si logramos contar con el apoyo de la UV o alguna otra institución que financie la edición, pues hemos invertido mucho tiempo y dinero de nuestro salario en esta investigación de 3 años.
Activar el sector agropecuario de Veracruz con base en el conocimiento que se tiene de la demanda por consumo doméstico de las familias de las Zonas Metropolitanas (ZM), que precisa cuantas toneladas de cada producto, de más de 110 cultivos, consumen los veracruzanos mensualmente, es “ir a lo seguro” para los inversionistas privados, ejidatarios, campesinos y productores en general que se arriesguen, o que la nueva administración de la Gobernadora Rocío Nahle, logre impulsar bajo la estrategia de organización social que se tiene a nivel de propuesta; por ello, porque son inversiones que se garantizan serán un éxito, es que la investigación se llama Nichos de Inversión Agropecuaria, pues asegura la rentabilidad de las inversiones y el éxito de las unidades de producción.
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Adicionalmente, pero de forma complementaria a la estrategia, se cuenta con información puntual y sumamente relevante, de la cantidad de dinero que los habitantes de las ZM gastan en alimentos de origen agropecuario. Para dar una idea, por ejemplo Xalapa gasta más de 2,500 millones de pesos mensuales en este rubro; Veracruz, más de 2,900 millones; y este es el dinero que se va a financiar el desarrollo económico de otros estados, pues aquellos son los productores que nos abastecen en más de un 70% de los productos que consumimos los habitantes de las ZM de Veracruz; en otras palabras, no hay crecimiento económico en la entidad porque hay fuga de recursos, dinero que debería estar circulando en la economía local para cerrar ciclos de negocios, pero que se van al exterior por la falta de gobiernos comprometidos y carentes de la visión de un estadista. Este entre otros factores es la causa por la que no crece la economía veracruzana, pues no hay liquidez dineraria, es decir no hay dinero que circule en la economía, ya que la gran mayoría se va al exterior.