Así lo dice La Mont

Cuenta regresiva AMLO y ¿270 Kamala?

Se va: Faltan 35 días para que concluya el mandato del presidente López Obrador y sus adversarios le están dando una rencorosa despedida.

Lo poco que quedó de la oposición después del 2 de junio, como pudo verse en la mini manifestación realizada afuera de las oficinas del INE. Les queda todavía el recurso de las redes sociales, desde ahí pueden calumniar sin exhibir pruebas hacia López Obrador, quien ya anunció que enviará una nota de protesta al gobierno de Estados Unidos por entregar recursos económicos a la agrupación Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

“Es la organización que se mete en asuntos políticos electorales y participa en la guerra sucia contra nuestro movimiento y contra el presidente de México”, señaló López Obrador. MCCI es dirigida por Claudio X. González y María Amparo Casar, pues en junio de 2020, simularon que el propietario y manipulador de MCCI, Claudio X. González, dejaba de participar como apoderado legal de MCCI y dejarle esos trastos a María Amparo Casar Pérez, pero eso fue sólo en el papel y ante notario, pero la realidad es que Don Claudio sigue rebanando el queso en MCCI y es el que ordena y la señora Casar la que tiene que obedecer.

La furia de los ataques contra MCCI y Casar subraya el hecho que AMLO no está interesado en combatir la corrupción, sino en aprovecharse de las investigaciones de MCCI para revisar la deducibilidad de las donaciones recibidas por MCCI, pues en breve la Secretaría de Relaciones Exteriores presentará una nota de protesta a Washington por las aportaciones a MCCI y solicitar los nombres de los donantes que la apoyan y no estaría mal que López Obrador se decida a restringir el financiamiento estadounidense a las organizaciones civiles.

Dice el exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, que ahora nos toca asumir nuestro compromiso como ciudadanos, convertirnos en defensores de nuestra democracia sin descanso ni flaquezas, para no terminar por ser responsables de su eventual fracaso. La pregunta es: ¿Por qué no lo dijo cuando presidió nueve años el consejo general del INE? Los diputados federales de Morena, PT y Verde van por la revancha de la Ley de la Industria Eléctrica de 2021 del presidente López Obrador, que fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En la Comisión de Puntos Constitucionales, aprobarán el dictamen de la reforma constitucional sobre empresas estratégicas, que establece que en ningún caso los particulares tendrán prevalencia sobre la empresa pública del Estado. Los legisladores de Morena, PT y PVEM, dejarán el dictamen listo para que la aplanadora guinda de la siguiente Legislatura la apruebe cómodamente. Por fin, López Obrador tendrá su reforma eléctrica.

Entre otras cosas: Frente a su desenfrenada carrera por tener el control total del PRI, Alejandro Moreno acabará por debilitar sus bancadas, tanto en el Senado y en la Cámara de Diputados, que por cierto ya son raquíticas. La expulsión de Manlio Fabio Beltrones de la próxima bancada priista en el Senado achica aún más la fracción tricolor, pero también puede costar una curul en la Cámara de Diputados.

Nos comentan que, la permanencia de Sylvana Beltrones, hija de don Manlio, en la bancada del PRI en la Cámara de Diputados para la 66 Legislatura, que inicia en septiembre, se ve muy complicada. Los agravios hacia su padre, y su eventual expulsión del partido, ponen en riesgo la permanencia de la diputada en el grupo parlamentario tricolor. Y aunque “Alito” Moreno asegura que Sylvana —hoy senadora— forma parte de la nueva bancada en San Lázaro, la realidad es muy distinta, pues ella no asistió a las reuniones del lunes y martes que sostuvo la reelecta dirigencia de “Alito” con las bancadas en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que anticipa el inminente rompimiento como un daño colateral a la ofensiva de Moreno contra su padre, Manlio Fabio Beltrones.

Avanza Kamala: Para sorpresa de propios y extraños, de los acuciosos encuestadores estadounidenses –hay miles–, de los medios y de las universidades que hacen sus propias mediciones, se está registrando un péndulo de opinión favorable hacia la vicepresidenta Kamala Harris.

Es tal el confirmado registro coincidente por diversas encuestas –Ipsos, NYTimes, CNN, Real Clear Politics–, que se habla ya, a 76 días de las elecciones del próximo 5 de noviembre, del momentum Kamala. Los factores son múltiples: sin duda una más energética, dinámica y ciertamente vivaz candidata demócrata, como un claro contraste a su jefe y mentor, Joe Biden, pero hay más. Muchos quedaron sorprendidos de descubrir en Kamala Harris a una mujer puntual, precisa, con argumentos sólidos y que, a todas luces, no se amilana ante los ataques de Donald Trump.

Es una californiana combativa, con amplia experiencia en el debate y la discusión de las ideas, cuyos primeros discursos capturaron a múltiples demócratas frustrados y decepcionados. Pero más aún a votantes independientes y algunos republicanos, especialmente en Pensilvania que puedan voltear a ver con sorpresa, por lo menos. Varias encuestas apuntan a una ventaja de Kamala en tres de los estados ‘columpio’, claves para conseguir la victoria en noviembre.

Hace apenas tres meses, la contienda presidencial en Pensilvania, Wisconsin y Michigan otorgaba ventajas de 3, 1 y 1 puntos, respectivamente, para Trump. Algo que no se esperaba de una forma tan veloz, contundente y tan significativa en pocas semanas. Existe, dicen los encuestadores, un movimiento claro de votantes hacia la campaña demócrata, una inclinación en la que coinciden varias encuestadoras. Si esta ventaja se mantuviera y si ese fuera el resultado el martes 5 de noviembre, afirman los expertos en la medición regional por estados, la probable derrota de Kamala en Arizona, Nevada y Georgia –tres estados que conquistó Biden en 2020, pero donde los demócratas van a la baja según las últimas mediciones, podría ser irrelevante si Harris triunfa en Pensilvania, Wisconsin y Michigan.

La razón está en el mayor peso electoral de estos tres estados del norte, que en aquella y fatídica campaña de Hillary Clinton en 2016 fueron decisivos para el triunfo de Trump. Lo cierto es que Kamala trae viento a favor, es protagonista de un impulso que la proyecta, por ahora, como una potencial vencedora al conquistar los 270 votos electorales necesarios para sentarse en la Oficina Oval. Sin embargo, no es suficiente. Las encuestas no señalan un líder inamovible que desde ahora se vea como el posible ganador.

Son mediciones en continua evolución (fotos del momento, dicen los encuestadores) que, si bien hoy favorecen a Kamala Harris en esos estados clave, podrían revertirse en cualquier momento por diversas razones. Lo destacado a señalar es el swing del péndulo, el ondular de la percepción y la opinión pública americana, que percibe a la demócrata como una posible ganadora. Algo que hace apenas seis semanas muchos rechazaban.

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