¿A Pemex va G. Yorio?
Viable: Entre los posibles nuevos directores de Pemex, la empresa productiva del Estado, se encuentran el aún subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, quien operó durante los últimos años las tareas de renegociación de la deuda de Pemex y tiene el perfil requerido por el titular de Hacienda Rogelio Ramírez de la O para resolver el problema financiero que entraña; y el físico de la UNAM, experto en energía, Víctor Rodríguez Padilla, con un perfil más técnico que financiero, veremos a quien de los dos designa este jueves, la virtual presidenta Claudia Sheinbaum.
Solo Cdmx: Autoridades de Coyoacán y el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) realizan recorridos por toda esa alcaldía, para detectar las conocidas como “chelerias toreras” que no son otra cosa que pequeños comercios clandestinos, dedicados a la venta de cervezas “preparadas” con alcohol que, sin autorización, funcionan de manera irregular en locales, que al ser suspendidos retiran los sellos para seguir operando. “Chelerias” como “Cielitro Lindo”, en avenida Santa Úrsula casi esquina con San Pedro, en la colonia Pedregal de Santa Úrsula, varias veces denunciada por los vecinos ante la alcaldía Coyoacán, pero al presentarse los inspectores de vía pública, son sobornados para que se hagan “de la vista gorda” comentaron vecinas del rumbo que pidieron el anonimato.
Entre otras cosas: Las redes sociales, como X, antes Twitter, es un servicio de microblogeo que actualmente es un mar de mentiras de información en México y en el mundo. Donde nadie sabe ya qué creer y en donde una mayoría optó por creer en lo que mejor coincide con sus prejuicios. Para entender mejor el momento, usemos una metáfora. La información es un lago alrededor del cual vive la comunidad que lo utiliza. ¿Qué pasa si unos cuantos o muchos empiezan a arrojar basura al lago? El agua se pudre y ya no le sirve a nadie y su agua se vuelve imbebible. Lo mismo le sucede a la información que circula en México, es poluta.
Demasiados intelectuales y periodistas omiten la obligación con la verdad porque optaron por la propaganda y mentiras o medias verdades o conjeturas o callan de forma premeditada las verdades. Hay que decirlo sin matices. X es un pantano, un lago turbio. Así es en las redes sociales, hay de todo, desde veneno, corrientes de lodo y corrientes transparentes, puras. Las Mañaneras de López Obrador nunca pretendieron ser información pura, pero son la versión de los hechos del presidente, es su conferencia de prensa. Nadie regula el lago que es de todos, es la información, pero si el lago es de nadie, muchos tiran su basura en él, con la confianza de que nadie los sancionará y el agua del lago se hace inmunda.
En la pasada campaña electoral, escuchamos y vimos la retahíla de mentiras arrojadas al lago. “Vivimos en una dictadura, la economía está colapsada, Xóchitl es un fenómeno, Claudia es un títere, tenemos un Narco presidente y una Narco candidata” y etcétera. Los que arrojaron basura al lago, perdieron porque se volvieron propagandistas de la inmundicia. Lo que su información afirmaba estaba lejos de lo que la gente de a pie vivía en su día a día, mayores salarios, programas sociales, menos inseguridad, racismo y clasismo, su información era odiosa. Así que una mayoría decidió cambiar de canal, para informarse de otra manera, con otros periodistas y conductores de noticieros.
La encuesta del Reuters Institute lo muestra así: la confianza en los medios comerciales se desplomó en 2017, 60% les tenían confianza, hoy solo un 33%. Allá ellos. Para el ciudadano el dilema es a quién sí creerle. ¿Cómo distinguir las fuentes de información, todavía con agua pura en un ecosistema en lo general podrido? Según los clásicos del periodismo, las fuentes confiables se distinguen por su buena fe: no usan la información como propaganda, informan y ya. Las fuentes confiables anuncian de forma clara el contexto en donde la verdad que publican prevalece y las fuentes confiables acumularon un historial de decir verdades, y no mentiras, y de ahí que sea aconsejable depositar nuestra confianza en ellos.
De limpiar el lago de la información, deben generarse reglas acordadas por la sociedad y con sanciones previsibles, no sucederá pronto. Gracias a la libertad de expresión se empantanó el lago, pero nadie se atreve a sugerir que se elimine esa libertad. ¿Cuántas fuentes confiables de información tiene hoy un lector o lectora? Si se cuentan con los dedos de una mano, tal vez sobren. ¿Tiene futuro víspera de la renovación del SMSEM la corriente MTM impulsada desde la maquinaria oficial y qué solo pugna por su docilidad y desintegración?
