El municipio de Tecámac se prepara para celebrar su arraigada fiesta de la Santa Cruz, una tradición que se remonta a décadas atrás y que encuentra su origen en la construcción de la Cruz Atrial en la parroquia del centro durante la época colonial española.
Esta festividad, que ha perdurado a lo largo de los años, tiene un significado especial en la comunidad, ya que la Cruz Atrial no solo marcó el paisaje físico del lugar, sino que también influyó en la designación del nombre del municipio como Santa Cruz Tecámac, registrado oficialmente el 12 de septiembre de 1825 en el Estado de México.
La Cruz Atrial no solo era un símbolo religioso, sino que también desempeñaba un papel crucial en el contexto legal de la época colonial. Los españoles utilizaron esta cruz para delimitar el «Fundo Legal», un área de tierras asignadas para el asentamiento de la población indígena.
Esta delimitación, que abarcaba 600 varas (aproximadamente 500 metros) en todas las direcciones desde la cruz, servía como protección para los indígenas contra la intrusión de los colonos y terratenientes.
Es importante destacar que solo dos de los pueblos que forman parte del municipio de Tecámac, Ozumbilla y Tecámac, conservan esta designación de «Fundo», que se encuentra registrado en el Archivo General de la Nación.
Durante la colonización, los frailes agustinos desempeñaron un papel fundamental en la evangelización de la región, estableciendo a Tecámac como el centro religioso principal con la creación de la parroquia, que aún perdura en la actualidad.
Según el libro «Templo Parroquial de Santa María Ozumbilla, memoria de una restauración», en la llegada de los españoles, Tecámac fue asignado al encomendero Juan Ponce de León, mientras que Ozumbilla se estableció como una estancia.
Tecámac, a su vez, fue responsable de varias iglesias de visita en la región, incluyendo Santa María Aztacalco (Ozumbilla), Santiago Zacualuca, San Francisco Cuautliquixco y San Pedro Atzompa, consolidando así su importancia religiosa en el área.
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