La crononutrición es una rama de la nutrición que estudia cómo la alimentación y los hábitos de sueño afectan nuestro reloj biológico y la salud en general.
Según esta teoría, cenar tarde y no desayunar puede tener efectos negativos en nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo tiene un reloj biológico interno que regula diversas funciones corporales, incluyendo el sueño y la digestión.
Si alteramos nuestros hábitos de alimentación y sueño, podemos desincronizar nuestro reloj biológico y afectar negativamente nuestra salud.
Cenar tarde puede ser perjudicial para la salud, ya que nuestro cuerpo no tiene tiempo suficiente para digerir completamente los alimentos antes de dormir. Esto puede provocar problemas digestivos, como acidez estomacal, reflujo y dolor abdominal, así como dificultades para conciliar el sueño.
Por otro lado, saltarse el desayuno puede provocar una caída en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede causar fatiga, mareo y otros síntomas.
La crononutrición recomienda establecer horarios regulares para las comidas y evitar comer demasiado tarde en la noche. También se sugiere desayunar dentro de la primera hora después de despertar para reactivar el metabolismo y mantener los niveles de energía a lo largo del día.
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